sábado, 23 de febrero de 2019

UNA BODA MEDIO REAL.

UNA BODA MEDIO REAL.
Edgard J. González.
Publicado originalmente en diario impreso, en abril del 2005.

                Este artículo narra resumidamente un periplo que realicé por compromisos sociales, de cuando  estuve al otro lado del Atlántico, tratando de reconocer buena parte de aquella porción del continente europeo que constituyó mi hogar por varios años. A propósito escogí para viajar una fecha que me permitiera algunos días libres para el reencuentro con mi pasado de estudiante, antes de cumplir con la  obligación ritual del 8 de abril, que fue el motivo primordial de esa visita a Inglaterra. Fui prácticamente un súbdito más desde 1968 hasta los últimos días de 1970, cuando compartí la condición estudiantil con hombres de la talla del Príncipe Charles y Bill Clinton, aunque el primero de ellos estaba asignado al King’s College mientras yo pertenecía al Saint John’s, ambos en Cambridge, y Bill cursaba estudios en la Universidad rival en excelencia, Oxford, asignado al Rhodes College, a una hora de distancia por carretera, aunque a menudo los tres echábamos nuestras canitas al aire, siempre dentro de la más absoluta discreción, conscientes de las trascendentales responsabilidades políticas que por cada uno de nosotros aguardaban a la vuelta del destino.

                Por supuesto que las relaciones de amistad, especialmente entre jóvenes, traen no sólo el compañerismo y las juergas, sino ciertas complicaciones que, en el caso de Charles derivaron del inevitable roce con algunos de sus familiares (recuerden que estoy también emparentado con la familia real española, tal y como discretamente reseñé en el artículo en torno a la boda de mi pariente Felipe con la esbelta Leticia, ahora parte de mi familia, por afinidad), y con algunos de sus levantes, entre los cuales destaca una agraciada aunque más bien tímida muchacha a quien llamábamos en confianza “Cam”, por ser el nombre del río que atraviesa la ciudad universitaria donde nos devanábamos los sesos (yo más que él, pues de antemano él tenía las materias aprobadas, aunque ni siquiera asistiera a los exámenes, cosas del linaje, que por aquellas latitudes bastante que ayuda), y coincidencialmente, las tres primeras letras del nombre de la por entonces simple levante, Camila, quien nos sorprendiese a todos al lograr prolongar ese noviazgo no sólo a través del tiempo sino a través de su matrimonio y el morganático de Charles con Diana Spencer, tristemente fallecida en 1995, en misterioso accidente donde se mezclan peligrosamente grandes fortunas, el origen egipcio del novio, dilemáticos intereses geopolíticos, religiosos y monárquicos, que no voy a discutir acá.

                Dicen que la mujer es paja seca, el hombre fuego, y si al diablo le provoca soplar, pues sobreviene la pasión, y entonces interviene la física-biología, con lo de que aquello tiene más fuerza que una yunta de bueyes y cuando el dinamo inferior se enciende el superior se apaga y todas esas necedades que miles de años de convencionalismos han acumulado para tratar de explicar los saltos cualitativos y cuantitativos que uno da en materia sexual, sea para seducir a una mujer o para evitar ser seducido, que también ocurre. Pues mi amistad con Carlitos (no el Morocho del Abasto, sino el primogénito de Isabel II, a quien en lo sucesivo denominaremos como se le solía llamar, “la Pure”,  cariñosamente por supuesto), produjo incómodas situaciones de atracción y de rechazo, ya que casi simultáneamente me presentó a su hermana, Ana, a quien la adorna esa nariz que es blasón inconfundible en la familia, y a su por entonces pioresnada, lo que ahora llaman marinovia, y que si todavía está como para jugarle unos quinticos, imaginen ustedes lo buena que estaba con 35 años menos y sin el desgaste que en su maquinaria forzosamente han producido el primer matrimonio y las andanzas a escondidas con el vástago de Búckingham. Por un lado tuve que lidiar con los continuos y muy extrovertidos avances de la hermana, a quien rechazaba con la mayor elegancia, y por el otro lado me engarzaba en divertidos jueguitos con Camila, a espaldas no sólo del amigo-príncipe sino de sus guardaespaldas, que tenían órdenes de vigilarla, pues creo que Charles algo ya sospechaba, aunque jamás nos agarró con las manos en nuestras respectivas masas. Ana se encaprichó fuerte conmigo por algunos meses, al extremo de haber estado en una ocasión durante ininterrumpida hora y media tras de mí, en el trayecto de Cambridge a Londres, hasta que me le pude escabullir en el tráfago de la Estación Victoria. El tiempo y las advertencias de “la pure” lograron disuadir a Anita de su “infatuación” por mí, lo que fue altamente beneficioso para este humilde servidor, a la luz de lo ocurrido en aquel túnel de París en agosto del 95. La casa real inglesa no se anda con pendejadas a la hora de eliminar cualquier bicho de uña que se presente como inconveniente, y si no tuvieron consideraciones con el buenote de Dodi Al Fayed, con la enorme fortuna que lo respaldaba, la perspectiva de que su hijita pretendiera mantener una movida con un venezolano, republicano, demócrata, y casi tan limpio como la porción de piel, tendones y hueso vinculada al extremo inferior de la tibia y el peroné de una dama dedicada a funciones de saneamiento jabonoso de las ropas a las orillas de una corriente fluvial, en otras palabras, como talón de lavandera, no les gustaría. Que si a Dodi le dieron hasta por el cielo de la boca, qué no hubieran sido capaces de hacerme los “paparazzi” que le dieron bollo a Lady Di y a su piramidal y faraónico jevo. Barajo el tiro.

                Es un tanto vergonzoso tener que reconocer que entonces era y ahora sigo siendo un paria de las altas finanzas, pero con la frente muy en alto sostengo ante mis apreciados lectores mi condición de limpio, lo cual sobrellevo con mucha dignidad y alcurnia en circunstancias ordinarias, pero representa un problema de marca mayor cuando, en virtud de mi abolengo, de mi heráldica, de mi linaje, de mis relaciones de consanguinidad y afinidad con algunas casas reales de Europa y Asia, debo atender compromisos sociales ineludibles, tales como la boda de mi primo octavo con Leticia y este enlace próximo a realizarse, entre dos miembros de mi selecto círculo de compañeros de estudios y parrandas de los sesenta, a quienes me unen no sólo los buenos momentos compartidos en calidad de amigos, sino los apasionados encuentros furtivos que Camila y yo tuvimos mientras disfrutamos de lo que en apropiado inglés se denomina un “flirt”, sin consecuencias que debamos lamentar, afortunadamente. La realeza, luego de milenios de entreveros sociales, está acostumbrada a cualquier tipo de situación enrevesada, que, fuera del ámbito de las añejas monarquías, pudieran representar complicadísimos problemas de difícil solución, pero son rutina entre grupos dinásticos que suelen cometer adulterio, filicidio, parricidio, marricidio, y cualquier asesinato que involucre a un pariente, pasando por todo tipo de adicciones, incluida la ninfomanía, campo en que sobresalió Catalina de Rusia. Los “menages a trois” apenas generan cómplices miradas y la benevolencia de los mayores, todos duchos en estos menesteres y conscientes de que eso ayuda a formar el carácter de los futuros monarcas. Es tal la naturalidad con que se toman estos asuntos extraoficiales del corazón, que fui el primero en enterarse (antes aún que mi amigo y “socio” Charles), del enlace de la pertinaz Camila con el “pichón de cornudo” Parker Bowles, e igualmente sé de los preparativos para esta la segunda boda de ambos, con antelación incluso a “la vieja”, ya que tanto Camila como Carlos saben que pueden contar conmigo incondicionalmente, sin los resabios ni prejuicios de los hipócritas a su alrededor, con los que deben lidiar a diario.


                Precisamente, con la intención de contribuir al realce de esta significativa boda entre los dos divorciados más famosos de Inglaterra y el Reino Unido, traté de convencer a Camila de organizar su himeneo civil a la increíble altura de una celebración de lo más chic y glamorosa a la que asistí recientemente, inscrita en la moderna tendencia lito-minimalista, que involucra un tierrero y algunas rocas elegantemente distribuidas, pero amablemente declinó aceptar mi sugerencia, ante la imposibilidad de modificar el protocolo establecido desde hace varios meses por los encargados del Castillo de Windsor.  Luego les cuento.


POR SOLEARES, ESTUVE EN LA BODA REAL.

POR SOLEARES, ESTUVE EN LA BODA REAL.
Edgard J. González.
Publicado en Mayo del 2004. *

            Todavía aturdido por el cambio horario, y cansado por el ajetreo de tantas actividades en el breve espacio de cuatro días, he regresado  luego de cumplir con el ineludible compromiso de asistir al matrimonio del Príncipe de Asturias, Felipillo, con su último y demoledor levante, la que lo puso turulato y a sentar cabeza, Doña Leticia Ortiz Rocasolano, celebrado en la Catedral de La Almudena frente al célebre Palacio Real, históricos edificios unidos por una enchumbada alfombra roja.

            La aventura comenzó en el aeropuerto de Barquisimeto el jueves 20 de mayo, cuando abordé el vuelo chárter directo a Madrid, especialmente contratado por un centenar de guaros ilusos, a quienes “les hacía también mucha ilusión” presenciar en persona la Real Boda en la propia Madre Patria, aunque la mayoría de esos caroreños, duaqueños, quiboreños, cubireños, rioclarenses y barquisimetanos, acariciaban la esperanza de poder ingresar a la iglesia o al palacio confiando en que, siendo los españoles nuestros ancestros, pudieran mostrar en la organización de sus actos la negligencia y el paterrolismo que caracteriza la mayor parte de los eventos en Venezuela, lo que les permitiría colearse aunque fuese en las hileras de atrás durante la ceremonia eclesiástica, o en las últimas mesas del banquete, bajo aquel toldo fenomenal y codeándose con la flor y nata de los sangriazules. Tuvieron que conformarse con ver pasar el Rolls Royce de techo transparente desde la calzada, a quince metros de distancia y como pañales de viejo, empapados, pues cayó una lluvia amazónica, tropicalísima, que debe haber causado miles de constipaciones y resfriados, para alegría de médicos y farmaceutas.

La premura con que se hicieron los arreglos para el viaje a España encarató las reservaciones vía Internet y algunos tuvieron que hospedarse en hotelitos de poquitas estrellas, lejos de la capital. Nos explicaron que era de tal magnitud la marabunta de asturianos venidos para la boda de su coterránea, que el gobierno de Rodríguez Zapatero estuvo a punto de declarar Emergencia Nacional, ante la invasión de gaitas, pañuelos y sidra en todas partes. Fueron literalmente una plaga que copó hoteles, hosterías, restaurantes, tascas, el Metro y cuanto sitio estuviera en la ruta por donde pasarían los recién casados. La policía sospecha que eran falsos muchos de estos presuntos asturianos, españoles de otras partes que se hacían pasar por gente de Asturias “na’más que pa’dase caché”, dada la patria chica de la ilustre novia. Yo, llegué al Ritz, lo cual lamenté después por cierto incidente poco glamoroso del cual fui parcialmente inculpado por una esposa comprensiblemente disgustada pero injusta. En la suite de al lado estaba Carolina de Mónaco, a quien conozco desde que era una niña, y como quiera que en la Cena de Gala del viernes su marido optó por quedarse oyéndome contar chistes hasta pasadas las cinco de la madrugada, con sus correspondientes whiskyes (él, que yo no tomo alcohol), ella me considera responsable del retraso de su cónyuge para la ceremonia, a la que ella tuvo que asistir como la una, íngrima y sola, aguantando las malas lenguas en treinta idiomas distintos por la  misteriosa ausencia del zángano, que a esa hora dormía la pea y apenas logró llegar a tiempo para la foto del grupo, donde lo esperaba su buen pellizco. Lo arrastraron hasta el aeropuerto y, según él me contó luego por teléfono, debió soportar regaños durante toda la travesía hasta el Principado, y la noche del domingo ná de ná.

            A estas alturas vosotros lectores  estaréis preguntándoos cuán cerca estuve de los eventos en cuestión, suponiendo que cuando mucho habría tenido la suerte de ubicarme  tras la barrera, en el trayecto donde los príncipes de Asturias iban más despacio, marcado el paso por los espléndidos jamelgos de la Guardia Real. Pues no podéis estar más lejos de la sorprendente realidad. Sucede que, por razones de Seguridad y de Modestia, hasta ahora había mantenido parte de mi identidad escondida, pero los factores que me obligaban a vivir en la semiclandestinidad social ya han variado y puedo, con la anuencia de los Borbones y sus consuegros, compartir el secreto de mi abolengo con el selecto club de lectores que cada semana estáis pendientes de mis artículos. Ocurre que mi gracia completa es Don Edgard de Jesús González González de San Juan y Rocasolano, Conde de la Docencia, Duque de las Evaluaciones e Infanto de Artigas y San Martín. Por mi natural propensión a pasar desapercibido, opté por esconder mis títulos, reducir mis ilustrísimos apellidos y  abreviar el segundo nombre hasta condensarlo en su inicial para mimetizarme, como en efecto lo he logrado, con las sociedades del nuevo mundo con las que he convivido por décadas.

            Queda sobreentendido que yo era uno de los 1.700 invitados a la Boda Real, y lo de viajar en compañía de cien ultraplebeyos, algunos de ellos excesivamente cabezones, como los avecindados en las adyacencias del Morere, formaba parte del parapeto que convenientemente me ha permitido convivir en tierras guaras formando parte del paisaje y sin llamar demasiado la atención. Aunque de vez en cuando ha habido personas que aseveran ver en mí, ese donaire, esa distinción, ese jenesequá, propio de quienes son el producto de siglos de consanguinidad interpares, que en casos conduce a la bobera o la imbecilidad. Pardiez, que no es mi caso, afortunadamente.

            Por supuesto que no fui a pantallear, más bien me mantuve de bajísimo perfil casi todo el tiempo, lo que explica que ni siquiera mis compañeros de chárter se dieron cuenta de que había formado parte de la exquisita élite que disfrutó, tanto de la cena de gala como de la ceremonia eclesiástica y el elegante almuerzo, siempre tratando de pasar lo más escondidillo posible. Solamente en una ocasión perdí la compostura y ocasioné un incidente que, por suerte, no fue captado por alguna de las 60 cámaras de TVE y los paparazzi estratégicamente ubicados en torno a los invitados. Recostado muy discretamente a una de las inmensas puertas de la catedral, disfrutaba con placidez del desfile de refinadas damas y elegantísimos vestidos, lo mejor de la haute couture europea, cuando aparece aquel engendro disfrazado de chapulín colorado, con medias chillonas, de diferentes y horribles colores, más un gigantesco corazón de pésimo gusto complementando el mamotreto. Le salté, poseído de una furia infernal y dispuesto a vengar aquella afrenta al buen gusto y al protocolo. De no ser por los chavales del servicio secreto, a estas horas la tal Ágata estaría en algún hospitalete y yo en chirona, aunque feliz por haber hecho lo que a millones se les ocurrió en el momento de ver aquel homenaje a la fealdad y al ridículo. Durante el almuerzo se me acercaron no menos de veinte damas, Rania de Marruecos entre las primeras, a agradecerme por el desagravio, inconcluso, bajo la mirada cómplice y solidaria de Pertegaz, chiquito pero cumplidor.

            La nota discordante ocurrió a mi regreso, acá en Venezuela, ¿donde más?, y justo en el diario que publica mis escritos dominicalmente, a raíz de un pique viejo, una animadversión gratuita en mi contra por parte de unos señores, a quienes formalmente acuso en procura de la merecida reprimenda. Sucede que ellos mantienen una enfermiza competencia conmigo, a cuenta de que los invitan a cuanto sarao ocurre en el estado y sus alrededores, que en ocasiones pueden incluir a Caracas. Se las dan de taquititaqui porque, asigún, a ellos los invitan y a mí no. La situación se puso más tensa aun desde que lograron convertirse en invitados vitalicios al Carnaval de Rio de Janeiro, sabiendo cuánto me encantaría disfrutar del Sambódromo desde aquel camarote lleno de bellas garotas, variados licores y abrebocas, por lo que no pierden ocasión de mofarse de mí, haciendo hincapié en el hecho de que no he sido invitado a Rio. Inclusive en reciente almuerzo, cuando nadie nos miraba, me gritaban burlones; “Lero lero, este año tampoco te invitaron”, acompañado de gestos y muecas de difícil descripción, y de honda repercusión en mi estado anímico y en mi digestión. Por esos antecedentes, descubrir de sopetón que formé parte de la élite de dignatarios y monarcas invitados a la Boda Real, debió impactarlos, e impotentes ante el hecho cumplido, tomaron su venganza publicando en primera plana una foto del inmenso grupo, pero recortando los extremos, en uno de los cuales me encontraba yo, de orgulloso liquiliqui y abrazado a una de las princesas solteras más apetecibles y apetitosas (desde la cena se empeñó en atacarme, atraída por mi condición entre plebeyo y aristócrata, y más estimulada por mi estado civil de casado, “divorciado está de moda, querido”, me susurraba sensual). Para disimular la mezquindad, publicaron otra foto del grupo entero, en el segundo cuerpo, pero sabiendo que en ella yo desaparecía detrás de la inmensa pamela de la damisela en cuestión

A pesar de diversas y pecaminosas propuestas, enseguida me regresé a Venezuela, pues no quería arriesgarme a llegar con retraso a una cita que tenemos todos con la Democracia; Este fin de semana vamos a reparar para lograr un referendo revocatorio que nos devuelva la paz y nos encamine hacia la Justicia, la Prosperidad y el Futuro.

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NOTA: Esa boda tuvo lugar el 22 de mayo del 2004, y este recuento humorístico fue publicado días después, pero como de esa época es difícil recuperar cualquier material publicado en formato impreso, no digital, no hay enlaces (links) a esos textos, lo publico ahora en mi Blog, porque hace poco apareció guardado en un archivo muy viejo, afortunadamente en buen estado. Tengo otros artículos de la misma índole humorística, referidos a otras bodas "de mis parientes reales". 

viernes, 22 de febrero de 2019

Dos cartas, al papa y a Guaidó.

Dos cartas, al papa y a Guaidó.
Edgard J. González.-

Querido camarada Jorge; Ayúdame porfa ! Estoy acorralado, ni siquiera los sacerdotes de tu Iglesia en Venezuela me conceden algo de crédito, todos me odian, en lugar de practicar el mandamiento “Amaos los unos a los otros”. Ya hasta desde los púlpitos hablan pestes de mí, y eso no es lo que acordamos en nuestras cordiales y rentables reuniones. No fue suficiente que enviaras un delegado del Vaticano al remedo de toma de posesión en el Tribunal Supremo, eso no convenció ni al malandro que me juramentó, tartamudeó mucho y ya se iba a desmayar de los nervios (es que él tiene experiencia de cárceles, ha estado preso en varias y no quiere repetir esas vivencias). Godgiven, el de los soles, el que pasó de un cuartelazo con descontrol de esfínteres a un cartelazo con prepotente mazo (requerirá  pronto pañales Securezza, espero consiga), convocó a una vigilia frente a Miraflores, y aquello daba grima, solo como un páramo, ni un alma asistió. Nosotros hemos tratado por varias vías de volverlos a meter en el redil del diálogo, tú sabes, a lo leninista, pa’quemar tiempo y ganar oxígeno, pero desde los engaños del 2014 y el de República Dominicana, esta gente dejó de ser creyente y no pican con ninguna carnada. Yo insisto en lo de la paz y el bla bla bla habitual, pero no me paran bolas. Incluso le pusimos énfasis en el retuiteo de que el carajito Guaidó se autoproclamó, y la vaina se puso peor, usaron el término contra nosotros, ahora corean que los autoproclamados somos la azamvlea prostituyente y yo, ¡ oño ! Ya no podemos ni siquiera montar un fraude bien montado, con las maquinitas recalentadas a fuerza de darles en el Poliedro. Como los opositores no participan dicen que eso no vale, y abusan porque son mayoría.

Jorge, no quiero pensar que estás en la onda del ruso y el iraní, que declaran puros lugares comunes sin comprometerse a nada concreto en mi defensa, o en la onda del chino y el turco, mudos shakirosos, que bajo cuerda intentan que el muérgano Guaidó los acepte en su feisbuk. Ahora, de maldita ñapa, el pollo Carvajal pegó el brinco y nos hizo la puñeta desde el otro lado de la talanquera !!

Ché Bergoglio, un consejo, debes controlar tu lenguaje corporal, sobre todo el facial. Es demasiado evidente que cuando posas para la foto en compañía de uno de nuestro equipo (Cretina, Hebe, Raúl Pamela, Ortega, Evo, Putin, Bachelet, Santos, a Fidel lo visitaste en su absoluta senilidad) pareces un niño a punto de soplar las velitas en su torta de cumpleaños, pero cuando estás con cualquiera del equipo contrario, ese donde no reparten riqueza igualitaria y parasitariamente, exigen que sea en retribución a la capacitación y el esfuerzo cotidiano, como el Trump, Trudeau  o Macri, pones cara de burro al que están castrando, y sin anestesia. Recuerda que la hipocresía es una de las armas más potentes del marxismo leninismo que ambos profesamos.

Bueno mi pana Bergoglio, Pancho amigo, lánzate una de oración y homilía desde aquella ventana famosa frente a la Plaza de San Pedro, habla bien de mí y llama a todos los feligreses a apoyarme, amenázalos con excomulgar al que siga siendo opositor. Trata de ser lo más convincente que puedas. Mira que si caemos nosotros, más atrás cae Cuba, ya Lula, Cretina y Correa están ensartados en tribunales, y Ortega con su bruja como el Titánic aquella madrugada. De  manera que si se derrumba nuestra mojiganga narco-comunista, es muy probable que por algún lado revienten más evidencias de nuestros depósitos en el Banco del Vaticano, y entonces ingresas tú al expediente. ¡ Ahí sí se va a acabar el pan de piquito, y hasta tú vas a vestir overol anaranjado ! Así que procura ponerte convincente en tus declaraciones, para que todos salgamos de este problemón en el  que ya no surte efecto nuestra habitual praxis engañosa y dilatoria.  

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Ingeniero Juan Guaidó, Presidente encargado, donde se encuentre al recibo de la presente (en cualquiera de los tres puntos de salida de la Ayuda Humanitaria: Cúcuta, Roraima o “isla caribeña”);

Con una mezcla de obligado respeto y justificado disgusto, me dirijo a usted a los fines de plantearle una situación preocupante y delicada, que lo involucra, en torno a la cual debemos deliberar con el propósito de resolverla civilizada y racionalmente, en términos que no perjudiquen a ninguno de los participantes ni produzca más consecuencias lamentables, que pudieran incidir negativamente en los acontecimientos iniciados el 5 de enero, con su Toma de Posesión de la presidencia de la Asamblea Nacional Legislativa, y la puesta en marcha de la fórmula constitucional para responder al intento de usurpación de la presidencia del país por parte de quienes organizaron y perpetraron dos vulgares fraudes, para “elegir” una azamvlea prostituyente, vergonzosa copia de los mecanismos aclamacionistas y monocolor que rigen en NorCorea y Cuba, y para “reelegir” al indocumentado (cuya primera “elección” también fue manipulada por el CNE -con 4 de 5 rectores al servicio del proyecto castrista que impuso a ese candidato, por ser egresado de curso habanero, de garantizada sumisión a la Nomenklatura raulista, proclamado con apuro y sin atender reclamos formales exigiendo revisar Cuadernos y Huellas dactilares, las evidencias de los multicedulados con los cuales a duras penas pudieron asignarle una ñinga de votos de ventaja al cedulado súbito, a quien embutieron trampósamente en Miraflores).

Es el caso, Don Juan Gerardo, que usted ha provocado un elevado entusiasmo en la obvia mayoría de los venezolanos; Un joven de 35 años sin ataduras que lo comprometan con alguna porción cuestionable del pasado, ese período gobernado por AD y COPEI, que en puntuales casos y protagonistas produjo excesos, reñidos con el debido respeto a las leyes, lo que unido al gradual abandono de los nobles objetivos de la etapa primigenia y su consecuencia inmediata, las faltas a la Ética, condujo al auge de la antipolítica que abonó el terreno por donde se colaron las marionetas de Fidel y su “colectivismo igualitarista del siglo 21”, esquema que ya lleva 20 años destruyendo a Venezuela, con usted enfrentándolo sin ambigüedades desde sus tiempos de estudiante, ahora con el meticuloso diseño de esa fórmula ganadora, recuperando el poder mediante el cumplimiento literal de lo que establece nuestra Constitución. Y en paralelo, el operativo para atender los casos más urgentes de desnutrición y enfermedades crónicas, con la Ayuda Humanitaria hecha posible por un bello esfuerzo internacional.

El problema radica en que ese comprensible y compartido entusiasmo por lo que usted representa en este momento histórico, ya trascendió los límites de la política y se introduce de manera censurablemente apasionada, rayana en lo libidinoso, en la vida personal de muchos, causando graves problemas de pareja. El reclamo va en nombre de una enardecida multitud de varones adultos cuyas féminas -de manera retadora y descarada- han colocado su foto, la foto suya de usted, de su rostro obamado y siempre sonriente, como avatar en todos y cada uno de sus espacios en las redes, lo que nos convierte en el blanco de hirientes burlas de amigos, familiares y hasta desconocidos, que suponen que uno también es víctima de lo que ya denominan “cacho en la red”, socarronamente. Entendemos que usted está abocado a cumplir estrictamente los tres pasos esenciales de la agenda puesta en marcha: Cese a la usurpación, Gobierno de transición y Elecciones libres. Pero trate de erradicar ese entusiasmo con ribetes de ventajosa seducción en su exclusivo beneficio, que está soliviantando a nuestras parejas y provocando fisuras en la sólida institución del machihembrado tradicional, con el riesgo de que muchos miembros del equipo masculino quedemos a la intemperie, si este creciente frenesí hacia usted se sale de cauce y terminamos abandonados por las miembras del equipo femenino con las que hicimos yunta respectiva y armoniosamente, hasta que usted, Ingeniero Guaidó, se atravesó indebida y alevósamente.

Le advierto que si este conflicto se mantiene, sin iniciativa de su parte para disminuir ese pecaminoso fervor que está llevando a nuestras compañeras a dedicar más tiempo a seguirle a usted en las redes y la TV, que a cumplir su rol de mitad del naranjo que cada uno de nosotros fue hasta hace poco, nos veremos obligados a tomar represalias proporcionales, y le adelanto que ya discutimos y aprobamos en libre y soberana asamblea de varones ninguneados, que -todos sin excepción- colocaremos en nuestros espacios en las redes, la foto de su señora esposa, Fabiana. Lo que es igual no es trampa, y aquí entre nos, ella está -y con esta me despido- ¡ MUY BUENAS TARDES !.


Post Data: Su amigo Trump que no se meta en esto, porque Melania también está como le da la gana, y tenemos más de un espacio en las redes, donde insertar a ambas damas, los damnificados por el abusivo entusiasmo que ustedes dos están provocando en nuestras féminas. Cuando hay la opción de Amnistía, hay que aprovecharla, mientras esté vigente.  
















viernes, 15 de febrero de 2019

Canal RT ¿Rusia Today o Rusia Tuerta?

Canal RT ¿Rusia Today  o  Rusia Tuerta?
Edgard J. González.
15 de febrero, 2019.-

RT es un canal de TV por cable, que transmite en español, con personal de diversas nacionalidades, pocos rusos que hablan castellano, argentinos, chilenos, españoles, y una mulata cubana (lo único que deleita nuestros ojos), en una permanente adulteración de la realidad, que llega a burlarse de la audiencia con acceso a otros medios y las informaciones que este sectario canal maquilla, para adaptar la realidad a las conveniencias geopolíticas del proyecto de Putin: Crear un híbrido del derrocado zarismo y la implosionada URSS. Para ello cuenta con el apoyo financiero de sus viejos colegas de la KGB, los que se apoderaron de las empresas que en la Rusia integrante de la Unión Soviética eran propiedad del estado, y por prestidigitación perversa, trucaron en posesiones de los miembros más avispados de la vieja Nomenklatura, con sede en Moscú. También ha sabido Putin hacerse pasar por creyente ortodoxo, para ganar el apoyo de las autoridades eclesiásticas de la fe que más adeptos convoca en ese país de 17 millones de kilómetros cuadrados, con poca densidad poblacional y ninguna experiencia democrática, pues saltaron en 1917 del feudalismo en monarquía al socialismo real, ambos esquemas totalitarios y liberticidas, además de incapaces de generar prosperidad para los sometidos, siempre súbditos, nunca ciudadanos.

El modus operandi de RT se puede resumir en la dualidad de su programación: Prevalece la visión rusa sobre el resto del planeta, presentando de cada país “información” cuyo sesgo varía de acuerdo a los intereses del neoStalin: Hurgan en los defectos y fallas que afectan a minorías en EEUU y Europa, muestran documentales de África o Asia en los cuales solapadamente atribuyen las culpas de los males actuales a las potencias de las cuales esos países dejaron de ser colonias hace más de cinco décadas, ocultan los crímenes, la corrupción, las desviaciones de los regímenes aliados de Rusia, como Cuba, Nicaragua, Venezuela, repitiendo la vieja matriz de que son “víctimas del imperialismo gringo, que las bloquea y amenaza para impedir que sean libres, independientes y soberanas”, una narrativa con un siglo a cuestas, que niega los grandes vuelcos de la Historia que produjeron realidades diametralmente opuestas a lo que buscaban consolidar los totalitarismos colectivistas en China, Camboya, la URSS y sus países satélites. Toda esa escenografía se repite cada tantas horas en la programación diaria, con muy escasas referencias a lo que ocurre en Rusia, siempre sucesos anodinos e intrascendentes, dejando sobreentender que -a diferencia de las dinámicas imperfectas en el resto del mundo- por obvio contraste con lo que muestran “las noticias y los análisis” con el sello RT, en la madre Rusia todo funciona armoniosa y deliciosamente, un emporio de democracia y prosperidad, donde todo es correcto, nadie reclama, nadie disiente, todos son felices y adoran a Vladimir, el aspirante a zar y nuevo padrecito, una absurda y pretenciosa mescolanza.

RT tiene “sus reporteros y sus expertos”, especímenes con categoría taxonómica propia, patéticos y anoréxicos Homo Dogmáticus, que distorsionan u ocultan la realidad, caprichosa y  descaradamente. Difundían los datos que calificaban de fascista y de ultraderecha a Bolsonaro, mientras llamaban “progresista” (no de ultraizquierda) y daban ganador a su rival, la derrotada marioneta del corrupto Lula. Repiten las versiones de la dictadura castrochavista, avalan sus desvergonzados fraudes electorales, y no han podido ver jamás las multitudinarias, espontáneas, pluricoloridas manifestaciones que repudian al sucialismodelsiglo21 y respaldan la fórmula Constitucional implementada por el único poder legítimo en Venezuela, el Legislativo, con Juan Guaidó encargado de la Presidencia de la Nación, en cumplimiento de lo que establece la Carta Magna, para el caso de no haber un presidente ELECTO el 10 de enero. Irrespetan a España y sus obvias mayorías, asignándole legitimidad a Puigdemont y la minoría que intenta mutilar el territorio español. Se rasgan las vestiduras por los migrantes centroamericanos que pretenden ingresar de manera ilegal y forzada por la frontera sur de EEUU, y por los migrantes -presuntos refugiados- provenientes del norte de África y del medio oriente, que igualmente exigen que los acepten sin cumplir requisitos mínimos, en los países europeos que ellos escogen. No informa RT de las medidas correspondientes a esa incondicional solidaridad, que ofrezcan espacio en los 17 millones de km2 de Rusia, a potenciales migrantes, ni explican los conflictos en Osetia, Chechenia, la prepotente anexión de Crimea, el apoyo a los mercenarios pro-rusos que buscan cercenarle más espacio a Ucrania, ni el trato que reciben en Putinlandia los homosexuales y los disidentes, que al parecer no existen en ese enorme y perfecto país. ¿O será verdad que se preocupan tanto por todos, sin distinción, que incluso a quienes son opositores los localizan donde estén, hasta fuera de Rusia, para actualizarles sus vacunas por vía subcutánea? Sergei Skripal, Georgi MarkovAlexandre Litvinenko, Viktor Yushchenko*, fueron beneficiarios de ese abnegado servicio de salud, que trasciende fronteras.  

La corresponsal de RT residente en Caracas, y el entrevistador Mauricio Ampuero no vieron las mega-manifestaciones opositoras que ocurrieron estando ambos en la capital. ¿Tienen la mínima ética de indagar sobre la realidad, más allá de los espacios alrededor y dentro del palacio de Miraflores? Visitar mercados, farmacias, recabar la opinión de la gente común y corriente, lejos de eventos u oficinas del PSUV, conocer la relación del salario mínimo y el costo de la vida. ¿No tienen la más mínima duda sobre los procesos electorales organizados y controlados desde el 2003 por un CNE con 4 de 5 rectores miembros del PSUV, partido en el poder? ¿Nada deducen de la demora de año y medio para realizar el Referendo Revocatorio contra Chávez solicitado en el 2003, y que lo obstaculizaran e impidieran contra Maduro en el 2016? ¿La denuncia de “inconsistencia” de más de un millón de votos, por parte de la empresa SMARTMATIC, nada les indica? ¿Les prohíben mencionar a los 28 países de la Unión Europea, los 19 de la OEA, más Japón, Israel, Australia, que apoyan la fórmula constitucional con Guaidó encargado de la Presidencia, y que no es EEUU el único que respalda a la mayoría de los venezolanos en sus esfuerzos por recuperar al país y su Democracia? ¿No rige en Rusia, o para los empleados de RT en español, la Norma elemental del Periodismo, que exige objetividad y veracidad en toda información que se maneje y transmita, señalando el QUÉ, CUÁNDO, DÓNDE, QUIÉN, CÓMO Y PORQUÉ de cada noticia o reportaje?  

Entrevista imaginaria de Mauricio Ampuero para RT.
Si extrapolásemos la insólita y desvergonzada “entrevista” que RT -Rusia Today- por intermedio de su empleado, el chileno Mauricio Ampuero, le hizo a Maduro (transmitida el martes 5 de febrero, 2019), a otro momento y personaje destacado de la Historia de la Humanidad, tendríamos algo como esto;

MA: Muy respetable Führer Adolf Hítler, comenzamos. Se acusa a Alemania de invadir algunos países del continente europeo.

AH: Totalmente falso. Se trata de operativos de presencia solidaria en territorios vecinos, hacemos un diagnóstico de sus problemas y necesidades, y solucionamos lo que esté a nuestro alcance, sin más interés que practicar la genuina filantropía intervecinal.

MA: También se acusa a su partido Nacional Socialista de afirmar que existe una supremacía aria, que son una raza superior.

AH: Es un simple rescate de los valores tradicionales del alemán promedio, inofensivo Folklorismo.

MA: Algunos grupos aislados le acusan de promover el antisemitismo.

AH: Procuramos dar trato especial a quienes más lo necesitan, nos adaptamos a cada grupo socialrespetuosa y afectuosamente.

MA: Corren rumores de que este año 1944, un gran ejército de países aliados desembarcará en el continente, otros rumores dicen que hay campos de concentración, donde hacinan a minorías perseguidas, y practican el exterminio genocida.

AH: El permanente y perverso impulso del imperialismo gringo, que siempre ha tratado de apoderarse de los recursos de Alemania, y de dominarnos, pero nos mantendremos en el sendero de la paz por el que siempre hemos transitado, evitando las provocaciones y sin salirnos del marco de las leyes que rigen para el mundo civilizado, que debe evolucionar hacia una dimensión sin hegemonías, donde todas las naciones disfruten de igualdad y respeto. Lo segundo son infundios que genera la envidia, porque realizamos un proceso de re-urbanización, para bajar la densidad poblacional en espacios donde no hay suficientes recursos y servicios, y así poder atender bien al excedente humano, en los espacios donde son reubicados. Hacemos hincapié en la producción de Pan para garantizar la nutrición básica, de allí la gran cantidad de hornos en los nuevos asentamientos.

MA: ¿Qué le propondría a esos países que lo enfrentan con sus ejércitos de la Alianza?

AH: Que dialoguemosnosotros siempre hemos apostado a la paz, y estamos comprometidos con ella, incluso dispuestos a hacer sacrificios para garantizar que la violencia no sea nuestra forma de comunicarnos, siempre la hemos evitado, a cualquier costo. Al mundo entero le consta, exceptuando a EEUU, que somos cien por ciento pacíficos, dialogantes y demostradamente confiables.  

MA: En mi nombre y el de RT, nuestro más sincero agradecimiento por concedernos esta valiosa entrevista y aclarar todos los puntos que le planteamos, dándonos información absolutamente veraz.

Mauricio Ampuero por ironía está conectado en su identidad con los autores de un libro muy útil, que debería leer con urgencia, “Diálogo de conversos”, de Mauricio Rojas y Roberto Ampuero. Ambos participaron del gobierno de unidad de las izquierdas con Allende, pero en sus respectivos exilios tras el golpe militar, que incluyeron conocer la realidad cubana, la aberración más maquillada de la segunda mitad del siglo 20, reconocieron los excesos, de parte de sus copartidarios en contra de los sectores opuestos al “socialismo” con altas dosis de estalinismo, la permanente influencia de Fidel (visita de un mes), y el gradual desvío alejándose de la democracia. Los fósiles siguen firmes sosteniendo que a Allende lo asesinaron soldados de Pinochet, rechazan la posibilidad de que sus propios escoltas cubanos, dogmáticos y obedientes a Fidel, le hubiesen producido el “suicidio”, para  impedir que se rindiera formalmente, y que luego declarara inconvenientes verdades (en sintonía con la respuesta de Fidel a la comunicación por vía telefónica la noche del 11 de abril del 2002, informándole que Chávez había renunciado, y solicitaba un avión, dos millones de dólares, y que le permitieran irse a Cuba con su familia y allegados, a lo que el zorro Fidel propuso: “llamen a Aznar y envíenlo a España”). Eso, y recordar a Ceaucescu, debe haber forzado que Maduro contratase mercenarios rusos para su protección,  cuando la migaja de apoyo civil y militar que le queda, se distancia gradualmente.

En Argentina Rusia se llevó un chasco, creyendo que el kirchnerismo aún no alcanzaba su nivel crítico de  podredumbre. Envió en el 2015 a su equipo RT a Buenos Aires, incrementando sus loas a Cretina y dando como inevitable el aumento  de las relaciones de todo tipo. El triunfo de Macri fue un balde de agua helada que los sacó de su ensoñación, creyendo ver una franquicia putinesca donde hoy florece el reforzamiento de los lazos con el occidente democrático y capitalista, sorpresa que -para empeorar los planes rusos en el continente americano- se repitió en Chile con Piñera, en Colombia con Duque, en Brasil con Bolsonaro, en Venezuela con el mayoritario rechazo -nacional e internacional- a los descarados fraudes con los que la franquicia castrista ensambló una asamblea prostituyente y reeligió a Maduro, por años indocumentado, ahora usurpador, y con su mamotreto disgregándose en lo civil y en lo militar, y recientemente en El Salvador con Nayib Bukele, otro que no es títere del Foro de Sao Paulo y se integrará al conjunto que impulsará la democracia y la prosperidad en nuestro continente. Rusia y China están geográficamente en las antípodas de Venezuela, y más lejos están sus opciones de recuperar los dólares que con mal cálculo “prestaron” al irresponsable castrochavismo, si persisten en apoyar este aporreado Titánic, a punto de hundirse. Por pragmatismo deben negociar con el gobierno de Transición y olvidarse del tango castrista, que FIgarDEL murió, y Cuba hace aguas también.   


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Viktor Yushchenko, demócrata ucraniano víctima de substancia tóxica.

viernes, 8 de febrero de 2019

Los súper mitos y falacias sobre Cuba.