domingo, 16 de junio de 2019

Mi nieto entre canciones.


Mi nieto entre canciones.

Edgard J. González.
Dom 16 de junio, 2019.

Se llama “Licencia Poética” a la muy flexible autorización para utilizar palabras sin ceñirse estrictamente al significado que la Academia del idioma les asigna, a fin de permitir la ampliación de ese universo para adaptarlo a las necesidades expresivas del aeda, en su constante empeño por crear nuevas imágenes, preñadas de belleza y de meta-significación. Por supuesto que en la praxis esa licencia trasciende el espacio de la poesía y se proyecta a todo lo que exprese creación e interpretación positivas. Abre nuevas dimensiones a las metáforas, las rimas, las asociaciones, en verso y en prosa.

De Ortega y Gasset es la frase “Yo soy yo, y mis circunstancias”, y sin dudas la música es parte esencial de las circunstancias de la mayoría de los seres humanos, aunque las preferencias varíen y cada quien tenga una selección personal de expresiones musicales, algunas imposibles de separar de sus letras, incluso con favoritismos hacia determinadas ejecuciones instrumentales y vocales, de una misma pieza, por el particular arreglo o el grado de virtuosismo en el dominio de los instrumentos, o por la especial vocalización, conjunción de elementos que establecen para cada oyente la diferencia que las hace extraordinarias y -a su juicio- las interpretaciones que más emoción y placer le causan.

Yo tengo varias docenas de canciones preferidas, en ocasiones es su melodía lo que ejerce particular atracción en mí, otras veces es la letra lo que más me emociona, aunque por lo general son piezas tan completas que logran la excelencia simultánea en ambas expresiones, tanto la música como el diálogo nos transportan a esa dimensión donde experimentamos con intensidad, placer y dolor, tristezas y alegrías, odio y amor, añoranzas y desprecios, y durante los pocos minutos que dura cada canción, nos evadimos del resto de la realidad y lo que esa conjunción de música y letra nos hace sentir, conforma lo esencial del mundo, según nuestra muy personal interpretación. Hay temas que funcionan como máquinas del tiempo y nos llevan en un santiamén al pasado, niñez, pubertad, adolescencia, inicios de la adultez, lapsos o instantes pretéritos resucitan en nuestra memoria y activan viejas emociones, otros nos conectan en el presente con eventos y personas de gran significación en nuestras vidas, por quienes sentimos un profundo apego y, en ocasiones, han dejado un vacío, por ausencia temporal o definitiva. 

Haré referencia a cuatro piezas musicales que siempre me han emocionado muy intensamente, “Adiós Nonino” de Ástor Piazzola, interpretada por su autor al bandoneón, y en el violín Fernando Suárez (la versión que prefiero ya no se puede ver por una insólita demanda de quien hizo la grabación); Aunque Nonino es abreviación de nono, abuelo, con esta sublime melodía Piazzola se despide de su padre, fallecido en 1959, demostrando en cada estrofa el inmenso amor que por él sentía, y lo mucho que lo extraña. “Diez lágrimas”, en la portentosa voz de Danny Rivera; Aunque trata de impedirlo, las derrama, el autor y quien interprete este bolero, al enterarse de que se va de su lado la persona amada, a la que también advierte que por cada lágrima derramada, quien le abandona tendrá un año de soledad. “Contigo en la distancia” en la extraordinaria interpretación de Cristina Aguilera, narra las penurias de amar desde muy lejos, no hay ni siquiera una “bella melodía, ni quisiera escucharla en solitario, te has convertido en parte de mi alma, ya nada me conforma si no estás junto a mí”. Y “Desvelo de amor”, casi en cualquiera de sus versiones grabadas; Es difícil conciliar el sueño cuando el destinatario de nuestro afecto no está cerca, “sufro mucho tu ausencia. Yo comprendo que es mucho lo que te quiero, no puedo remediarlo, ¿qué voy a hacer?. Mirando tu retrato me consuelo. Dejo el lecho y me asomo a la ventana, contemplo de la noche su esplendor, me sorprende la luz de la mañana, en mi loco desvelo por tu amor”. 

Excepto “Adios Nonino”, hermoso homenaje de un hijo a su padre, las otras tres son canciones de pareja, sentidas confesiones entre amantes, con la separación de común denominador en las cuatro piezas musicales, por fallecimiento del progenitor en el caso de Piazzola, por abandono unilateral en el caso de “Diez lágrimas”, por simple aunque lacerante distancia circunstancial entre dos que se aman y volverán a estar unidos, en “Contigo en la distancia” y “Desvelo de amor”.

En mi condición de oyente que aprecia y disfruta las cuatro composiciones, aplico licencia poética y reinterpreto su intención lírica, para adaptarla a mi particular drama personal, compartido por millones, por la cuantiosa migración que la grave situación socio-económica y política ha generado, separando cientos de miles de padres, hijos, nietos, hermanos, sobrinos, forzados al exilio por las bandas criminales que mantienen secuestrada a Venezuela, a la que saquean y destruyen sin piedad ni remordimiento, por el lucro y el poder. Es difícil hallar una familia que no haya sido víctima de la separación de uno o varios de sus miembros, ahora regados en distantes e inciertos destinos, a lo largo del continente americano, y en menor medida en Europa, con incluso algunos compatriotas invirtiendo sus capacidades y su dedicación en Asia, África y Oceanía. Los venezolanos, que sólo salieron de su territorio a comienzos del siglo 19 para liberar colonias del imperio español, y hasta 1998 fueron solidarios anfitriones de oleadas de migrantes procedentes de Europa, Latinoamérica, Medio Oriente, China, huyendo de conflictos bélicos o dificultades económicas, por primera vez saborean al amargo pan de la diáspora, las pocas pero crueles dentelladas de la xenofobia, la absurda tristeza de besar y abrazar en imágenes a sus seres queridos y ausentes, en el insuficiente espacio de una pantalla de celular, tablet, laptop o monitor, que por mucha resolución y colores que ofrezca, nunca igualará la tersura de la piel, la cercanía del ser que nuestros brazos envuelven y nuestros ojos y manos acarician.

El hijo real, el nieto tangible, el hermano compañero, se convierten en digitales, pixelados, virtuales. La enorme distancia impide incluso que nos angustiemos a diario, como cuando ese ser querido estaba en las cercanías del hogar, y mientras no llegaban imaginábamos que “algo malo” pudiera sucederles, lejos de nuestra constante protección. A tanta distancia ni siquiera podemos preocuparnos como era habitual cuando eran parte de la dinámica familiar. No están en las parrilladas, las tortas, las fotos en grupo. Son una ausencia dolorosa, pesada, que además de hacernos sentir solitarios nos hacen sentir impotentes y desvalidos, acumulando cariño y preocupaciones que no llegarán a concretarse “en vivo y directo”, para completarnos, para alegrarnos. Da igual que estén a mil kilómetros, en un país vecino, que a veinte mil, en las antípodas del planeta; La certeza de que no compartirán techo, comida, conversación, caricias, entristece nuestro ayer, nuestro hoy, nuestros mañanas.

Una de las peores consecuencias del sistemático daño que estos criminales sucialistasdelsiglo21 nos han causado, a los de la tercera edad, es que todo el esfuerzo de preparación desde la niñez, atravesando la escuela y el liceo, los más privilegiados Universidad y Postgrado, para ser útiles en un oficio o profesión, más la puntualidad, la eficiencia, el cumplimiento de nuestros deberes en el trabajo, para adquirir la casa propia, los muebles y electrodomésticos, el vehículo, y finalmente disfrutar de todo eso gracias al innegable avance civilizatorio que representa la jubilación, ese último trayecto de la existencia sin las preocupaciones por pagar lo que obtuvimos a crédito, por madrugar para llevar los hijos a su escuela, al liceo, y ser puntuales en las labores propias, ahora con tiempo libre para dedicarnos a nietecear, a ayudar a criar y malcriar a los nietos, sin llevar sobre nuestros hombros la responsabilidad paternal, y con el margen de complicidad que invertimos en las actividades con esa tercera generación, constantemente activa, bulliciosa, alegre, caprichosa, incansable, imaginativa y deliciosa. Todo eso se ha visto adulterado por la grave crisis que en todos los aspectos nos vulnera, causada y aumentada por el castrochavismo, esta recua de lacayos de la destructiva distopía neoestalinista, marxistoide y totalmente corrompida, con casa matriz en Cuba, y mercenarios venidos de Rusia, China, Irán, más los tumores del ELN, las narco FARC y Hezbolá.  

Los viejos, en lugar de disfrutar con relativa comodidad de nuestros últimos años de vida, ahora malgastamos nuestro tiempo en colas para adquirir los cada vez más escasos y costosos alimentos, remedios, gasolina, gas, estirando el insuficiente salario, poniéndole canas, arrugas y frágiles cuerpos al paisaje humano, porque los más jóvenes tuvieron que irse, huyendo de este desastre de creciente desempleo, bachaqueo de productos y servicios, sin electricidad por varias horas cada día, y el prepotente blackout del régimen usurpador, que aplica censura, cierra los medios que insisten en cumplir su responsabilidad de dar información veraz, y adultera con absoluto cinismo la realidad que azota a los que nos quedamos, la que expulsó a los que se tuvieron que ir (con los noruegos haciéndose los suecos).

Me faltan una hija y un nieto, he tenido desvelos, he derramado demasiadas veces mucho más que diez lágrimas, con ellos en la distancia, y esta incertidumbre [que pospone la solución definitiva de la penosa situación venezolana, con demasiada politiquería de parte de los sectores obsoleto y radical de la oposición, sumada a la actitud nihilista de los secuestradores del país, que rechazan cualquier propuesta que conduzca a resolver esta profunda crisis (que ellos causaron con su ruinoso colectivismo y su intensa corrupción, aliñada con narcotráfico, crímenes por represión y por daño ambiental, ayuda al terrorismo yihadista) y asumen la actitud de los delincuentes rodeados, dispuestos al enfrentamiento, porque su otra opción es ir a juicio y asumir sus sentencias], me hace temer que la impactante melodía de Piazzola, en el caso de quienes ya estamos en la recta final, pudiera representar, no la hermosa despedida que el hijo le dedica al padre, sino la forzosa despedida que el padre y abuelo le dedica a su hija y nieto, en caso de que el retorno se demore, y ya no los viejos no estemos para disfrutar de la compañía de quienes inevitablemente regresarán.

Afortunadamente tengo acá a mis otros hijos, mis yernos, y dos hermosas e hiperactivas nietas que con sus juegos, sus carreras, sus tremenduras, inclusive mientras duermen, transmiten alegría, sensación de válida existencia, con ese amor incondicional tan propio de los infantes, y ese voraz apetito por aprender, y nos permiten volcar en ellas lo que podemos aportar a su formación, y compensan por la dolorosa ausencia de los seres queridos que están, circunstancial y tristemente, muy lejos.

¿Será que podemos, juntos, recuperar al país, y luego cada quien trate de hacer su agenda personal, en democracia y sin las bandas criminales?.


domingo, 9 de junio de 2019

Inmadurez de milenios.



Inmadurez de milenios.
Edgard J. González.  
                La primordial diferencia entre el ser humano y los demás animales es la capacidad que tenemos de pensar, de razonar, de reflexionar, aunque aún no está demostrado que esta cualidad sea absolutamente exclusiva de los humanos. Algunos animales han dado muestras de poseer elevada inteligencia, así como capacidad de aprender y comunicarse, no sólo entre sus iguales sino con nosotros, mediante lenguaje simbólico.

                Pero mientras se determina científicamente la verdadera esencia de esos animales, cuánto en su conducta obedece a patrones preestablecidos por los instintos y cuánto se deriva de su capacidad de adaptarse y dar respuesta consciente y sensible, limitemos el análisis acerca de las consecuencias del proceso mental a nuestros congéneres.
                El pensamiento permite no sólo darse cuenta de lo que ocurre alrededor, sino que a la par de grabarlo en la memoria en calidad de recuerdo indeleble también ofrece posibilidades de dar diferentes respuestas frente a un mismo estímulo (a diferencia de las conductas animales hasta ahora conocidas, que resultan repetitivas en su mayoría por depender de rígidos cánones instintivos, de memoria limitada en su dimensión temporal y en su variedad, y muy poco creativas en su condición de respuestas).

                Más allá de los múltiples esfuerzos que el Hombre ha venido realizando desde los tiempos más remotos para satisfacer sus necesidades básicas, defenderse de sus depredadores, de las inclemencias del clima y toda la dinámica natural, quizás su mayor preocupación surge de la actitud ante la Muerte. Jamás la sociedad humana en su conjunto, apartando las excepciones que confirman la regla, ha podido asumir a la Muerte como el natural epílogo de la existencia. Los Hombres no acaban de entender que la vida es finita, y que independientemente de lo que nos empeñemos en hacer para prolongarla indefinidamente, el final llega, inexorablemente. De nada valen las riquezas o las experiencias acumuladas, la posición social, política, o académica, de todas maneras fallecemos. El Hombre interpreta esto como una profunda contradicción, basado en su natural tendencia a encontrarle sentido a todo cuanto realiza. En cierto modo, la Vida es para los Hombres como una muy larga escalera, y cada meta que cumple es un peldaño superado. El embarazo es un escalón de nueve meses y queda atrás al momento de nacer, sea por parto natural o por cesárea. Gatear, caminar, dominar el lenguaje, jugar, estudiar, relacionarse con familiares y amigos, tener un oficio o profesión, formar un hogar, cultivar un hobby, dedicarse a una actividad filantrópica en demostración de solidaridad con los demás, practicar deportes, y tantas cuestiones en las que podemos invertir nuestro tiempo y nuestros esfuerzos, constituyen peldaños que vamos superando. Obviamente, las condiciones individuales establecen diferencias en la forma de subir y en la altura lograda por cada quién en esta metáfora, de la Vida como escalera. La contradicción surge cuando la Muerte aparece. Cuando para algunos, más desafortunados que el resto, ni siquiera el primer escalón fue posible y murieron aun antes de nacer, durante el embarazo. O la muerte interrumpe el proceso vital mientras se escalan los primeros peldaños, durante la infancia, la niñez o la adolescencia. Y precisamente la capacidad de raciocinio de los seres humanos es lo que les permite encontrar absurdo el hecho de que un joven o una criatura mueran cuando aún no tenían plena conciencia de sus potencialidades ni pudieron ciertamente desarrollarlas.
                La muerte de un recién nacido constituye un colosal absurdo, pero su antítesis, la muerte de un anciano tampoco se acepta con resignación, por la contradicción fundamental que toda muerte encierra para los seres pensantes, por constituir la interrupción abrupta y definitiva de un proceso en el cual la mayoría de nosotros ha realizado permanentes y valiosos esfuerzos para superar escalones y ascender en la Vida, vista como escalera. La certeza de la muerte, la mayor certeza que tenemos, nos obliga a preguntarnos el significado de todos nuestros esfuerzos, de los principios y las causas que hemos abrazado, del conocimiento que hemos acumulado, de la experiencia y la madurez que hemos logrado, en fin, del sentido de la Vida. Podemos dejar como herencia tangible un capital material (dinero y bienes), pero no podemos mantener la esencia de nuestro pensamiento y la posibilidad de seguir desarrollándolo, aunque parte del esquema mental de algunos hombres pueda quedar plasmada en una obra, estructural, artística, científica o literaria. Esa opción de que la Vida sea finita ha angustiado a los hombres por milenios, en su afán de asignar sentido absoluto a lo que apenas tiene sentido restringido. Lo eterno opuesto a lo temporal.
Ya que la Vida llega a perder sentido cuando se alcanza el convencimiento de que conduce a la Muerte, los hombres crearon a los dioses y la dimensión religiosa, en la cual le asignan a la Muerte la condición de momento de transición entre esta Vida y una supuesta vida posterior, donde hay otras opciones, ya que se inventan el cielo y el infierno, para condicionar nuestra conducta en esta existencia. Desde la más remota antigüedad, apremiados por el desconocimiento de los fenómenos naturales que causan dificultades y tragedias (aludes, terremotos, tormentas, inundaciones e incendios forestales, etc) y la angustia por la finitud de la Vida, los hombres crearon dioses, seres omnipotentes, responsables por todo cuanto ocurra en el entorno de cada grupo, y con ellos la serie de normativas y rituales que constituyen a las religiones. De esta manera, no sólo atenuaban la angustia y la contradicción que les produce la inevitabilidad de la Muerte, al establecer una continuidad en “el más allá”, sino que se aseguraban de señalar un esquema al comportamiento social e individual, mediante las específicas normas que cada religión impone a sus creyentes, que abarcan prácticamente todas las expresiones de la conducta de los seres humanos. Las religiones han variado muy poco durante los miles de años que llevan funcionando, y su mayor modificación consiste en haber trascendido el politeísmo y simplificarse en una sola deidad, (aunque en la religión católica aún persisten en rendir culto a infinidad de vírgenes, santos, beatos y reverendos, la mayoría de los cuales han surgido para darle un carácter más regional a la creencia y facilitar la identificación con la figura a la que se rinde culto). Sin embargo, a pesar de que este elaborado engaño ha venido funcionando por milenios, ya no pesa como antes ni ejerce la misma determinante influencia en el pensamiento y la acción de los humanos. Los grados de fanatismo varían, van desde los extremos de quienes se suicidan o asesinan en nombre de SU dios y SU religión, hasta la incredulidad total, o el moderado culto personal a dios, remanente de un hábito cultural muy arraigado, reforzado por el temor a la reacción de las mayorías, que suelen ser agresivas con los que no siguen al rebaño.

Fueron hombres los que hace miles de años crearon a los dioses y las religiones, para “explicar el mundo” y controlar a la sociedad. Y fueron hombres los que, en tiempos relativamente recientes, han logrado producir -mediante metódicas observaciones, experimentaciones, exploraciones, cálculos, formulación de teorías, leyes y fórmulas-, las genuinas explicaciones de la diversa fenomenología que por milenios intrigó a nuestros antepasados, y los llevó a inventar dioses y religiones. La diferencia está en el carácter imaginario y fantasioso de la cosmovisión basada en especulaciones y falacias, en contraste con la condición real y comprobable de la cosmovisión científica. La mentalidad mágico-religiosa es sencilla y rígida, fácil de comprender y memorizar. La mentalidad científica es compleja, su comprensión exige mucho esfuerzo, y muchos de sus resultados son aún parciales, no definitivos, pues una de sus características es que es inconforme y se cuestiona a sí misma, lo contrario de la infalible y perfecta cosmovisión sustentada en seres ficticios, fábulas, leyendas, mitos, invenciones y reinvenciones, que inclusive ha tratado de adaptar algunos resultados científicos a sus catecismos, sagradas escrituras, torá, biblia, corán, aunque sus contenidos sean incompatibles. Oportunismo mondo y lirondo. De la intolerancia que encarceló, torturó, asesinó, a quienes ofrecían inconvenientes verdades (Bruno, Galileo), saltan al reacomodo y la reinterpretación de las antiguas falacias, para actualizarlas y “ganar indulgencias con escapularios -y resultados ciertos- ajenos”.   

sábado, 1 de junio de 2019

Diosdado. “Home alone”.

Diosdado. “Home alone”.
Edgard J. González.

De los complicados y todavía confusos sucesos del 30 de abril este año, con las presunciones de que Padrino López, Maikel Moreno y Hernández Dala negociaban el cese de la usurpación, Maduro se iría,  como Pérez Jiménez, por la Carlota y casualmente hacia República Dominicana, ya sin Chapita, nada de lo cual realmente ocurrió, lo único que quedó medianamente claro fue que en ninguno de los múltiples escenarios que se han planteado como inmediato desenlace a la actual situación, aparece definida una salida para el querrequerre de El Furrial, el guapito de VTV, el del mazo (cuyas actuaciones el 4F92 y el 11A2002 no fueron dignas de narrarse y por eso siguen bajo la alfombra en la Historia “revolucionaria” que no ha podido adulterar esos dos episodios). A “ojitos azules” nadie lo contactó para cuadrar su salto de talanquera, al pran del mazo nadie le propone una opción, un refugio, una negociación para permitirle un reposicionamiento en el ajedrez entre la Fórmula Constitucional de los Poderes legítimos de la AN y el presidente encargado Juan Gerardo Guaidó Márquez, y la fórmula ilegítima, sostenida por grupos armados, que funcionan al margen de las leyes y representan graves amenazas para la civilización occidental, lo que produjo que más de cincuenta naciones (con la Unión Europea, EEUU, Canadá, Japón, Australia, Colombia, Brasil, Argentina, Chile, Costa Rica, resaltando en ese conjunto) rechazaran los fraudes electorales de la asamblea prostituyente y la reelección del indocumentado, declarando su respaldo a la fórmula democrática y sus tres objetivos fundamentales; 1. Cese de la Usurpación 2. Gobierno de Transición 3. Elecciones legales y transparentes. Ese itinerario sigue incólume, el diálogo es inadmisible, dada la conducta engañosa del oficialismo en 2014 y 2017, pero Noruega ha ofrecido su experticia como país mediador, para que se negocien los pasos que permitan implementar el Plan de tres objetivos, en ese estricto orden de ocurrencia, 1, 2 y 3, de la manera menos traumática y más civilizada posible, y que Venezuela atienda de inmediato la Crisis Humanitaria, y en paralelo comience la recuperación de la economía, de los poderes e instituciones secuestrados, de los dineros desviados, y volvamos al cauce de la Democracia y la Prosperidad.

Los rumores, las especulaciones, le asignan a Maduro y su primera combatiente, destinos ya palabreados en Punta Cana o en Moscú, como a Padrino López en Madrid (donde hace rato residen sus hijos, “living la vida loca”, y al parecer allá también fue a esconderse la querida, que abandonó despavorida la finca que su galán otoñal adquiriera para ella en Costa Rica, según afirmara nada menos que el senador por Florida Marco Rubio). El sinvergüenza Isaías Rodríguez no tuvo empacho en hacer un ridículo espectacular, informando a tútilimundachi que, además de ser pésimo como poeta y como elaborador de justificaciones para sus complicidades con estos 20 años de sistemática destrucción de Venezuela, ahora que la embajada en Italia no tiene legitimidad ni ingresos, ejerce como chulo de su esposa, quien tuvo que vender las joyas que su ex cónyuge le regaló (habría que entrevistar al ex, a ver qué piensa de que sus caros y significativos obsequios sirvan para mantener al parásito ex fiscal que redactó la declaración firmada por su testigo estrella, quien no recibió el pago en dólares que le ofrecieron por cometer perjurio complaciente). Otros funcionarios de baja, media y alta alcurnia castrochavista, han estado  escurriendo el bulto lo más discretamente posible, algo muy difícil. El pollo Carvajal anda pavarottiando en España, y se anuncia que sus óperas en EEUU serán mucho mejores.
 Pero el inefable Diosdi no aparece entre los que son contactados para acordar su desacople respecto del desastre destructivo terrorista narcotraficante y blanqueador, que gradualmente implosiona, como tampoco aparece entre los que se mimetizan de emigrantes y con total descaro solicitan asilo, Europa o EEUU, confiando en que las autoridades de esos países no tengan la información completa sobre quienes formaron parte de la narcopandilla que secuestró y saqueó a Venezuela, y dio refugio al malandraje internacional (FARC, ELN, Hezbolah), ni sean muy quisquillosos al indagar sobre el origen de las grandes sumas de dólares o euros que traen consigo los “refugiados” rojos rojitos, lo que ofrecen “invertir” en los países que les den celestino refugio. Todo indica que a Cabello no lo quiere ni Helene Curtis, no hay contactos clandestinos -de celular a celular- para negociar su salida, ni ofrecimientos de la porción de TRIVAGO donde pudiera haber opciones de “santuario” para él y su combo familiar (que también han hecho sus respectivos esfuerzos por ganarse el cariño de la gente, y saben que donde los vean les van a saltar en cambote, a pedirles autógrafos y darles su ración de afecto y paaatriaaa).  
  
Pues resulta que en la versión de “Home alone”, filmada completamente en Mazoscope y Furrialvisión, no es que se olvidan del pobre angelito, sino que nadie lo quiere y deliberadamente todos lo dejan sin opciones, sin ofertas, sin negociaciones, sin siquiera llamadas furtivas que le den alguna esperanza aunque remota, de que vuelven por él, que no lo dejarán varado y al alcance de la DEA (que ya capturó,  enjuició, sentenció y mantiene tras las rejas, al colega Chapo Guzmán, y a los narcosobrinos, casualmente los tres en NY, con todo incluido). Al “littleblue eyes” monaguense no le ofrecen ni migajitas de escondite en Rusia o en China, en Europa los funcionarios que tendrían alguna velita en ese entierro, cuando les mencionan al sujeto de marras, se ponen shakirosos, sordomudos crónicos, y en Cuba no lo recibirían ni embalsamado. Parece que su única opción pasa por Open English.com para poder entenderse con los compañeros de Spa que le tocarán en suerte. En similar predicamento están otros camarados, como Pedro Carreño, Elías Jaua, Fredy Bernal, Elvis Amoroso, Tarek Wiliam, y el resto de roñosos que llevan 20 años comportándose como demonios de Tasmania, y no los quieren ni sus parientes. Maduro la tiene difícil deshojando esa margarita, pues los finales felices que le puso Fidel a las películas de Camilo Cienfuegos, el Ché Guevara y Salvador Allende, no lo entusiasman a seguir las directrices enviadas desde La Habana por la Nomenklatura raulista, con la marioneta Díaz-Canel ofreciendo a Cuba de mediador, equivalente a poner a las gallinas a dirimir pleitos en la madriguera del zorro (fue lo que hizo Santos para beneficiar a sus camaradas de las FARC).

Otras cuestiones;
Masacre en Acarigua, 29 presos muertos y sólo dos opciones. Fueron asesinados  estando desarmados (como corresponde a todo presidiario en un local controlado totalmente por las autoridades), o hubo enfrentamiento armado, con armas de fuego y granadas en manos de los presos (que sólo pueden obtener armamento si los “agentes del orden” se los proporcionan, un insólito acuerdo mercantil que sucede exclusivamente en la Venezuela sometida por el castrochavismo), con ventaja para los policías y saldo de veintinueve a cero, una goleada de la corrupción y los antivalores.

Aumento de la represión, secuestran a miembros de la Asamblea Nacional, único poder legítimo, sin respetar la inmunidad parlamentaria que la Constitución les asigna, en desesperado empeño por reducir la creciente efectividad de la fórmula implementada para desplazar de sus enclaves a los usurpadores. Requesenz, Roberto Marrero, Gilber Caro, Edgar Zambrano, están secuestrados en abierta violación de su inmunidad parlamentaria y sin cumplir los parámetros constitucionales y judiciales (autorización de la AN previa discusión de las evidencias en cada caso, derecho a la defensa, visitas de sus allegados, celeridad en los trámites tribunalicios, Fe de Vida y garantías de buen trato a los detenidos). Todo lo contrario, impiden la defensa y las visitas, aíslan a los detenidos, suspenden las actuaciones judiciales, y hay denuncias de torturas a docenas de presos políticos, mientras la dictadura se declara vehemente partidaria “del amor y la paz”, y solicita -por enésima vez- la engañifa del diálogo leninista, para mantenerse un rato más.

La ambigüedad de Italia. Aunque la mayoría de los miembros del Parlamento de la Unión Europeo votó  favor de respaldar la fórmula constitucional venezolana, con Juan Guaidó como Presidente encargado, y ese esquema es respaldado por más de 50 países -comprometidos con la Democracia y la Modernidad-, el gobierno de Italia no ha retirado su apoyo al destructivo régimen castromadurista, lo que ha generado críticas, confusión, sorpresa, repudio (como también la satisfacción del grupito pro-ñangaroso que sigue anclado en el neoestalinismo y la guerra fría que tuvo su auge del 48 al 91 del siglo 20). Quizás sirva para elaborar la explicación a esta aparentemente rara posición de Italia, señalar que en 1907 acordaron los gobernantes de Rusia e Italia, entonces el Zar Nicolás y el rey Vittorio Emanuelle, no intervenir en los espacios donde cada uno tenía participación imperial, los Balcanes y Noreste de África respectivamente. Este pacto de solidaridad entre los dos países, para mantener sus intereses neocoloniales, se ratificó en los años 30 entre Stalin y Mussolini (ya con media Europa sometida por la Unión Soviética, Libia y Abisinia controladas por Italia, sus “patios traseros”, los que jamás han cuestionado los comunistas, que sólo ven patio trasero en EEUU),  y es muy posible que -tras bastidores, muy discreta y sibilinamente, haya sido actualizado entre Putin y Berlusconi. El grado de vigencia de ese perverso acuerdo entre las dos potencias, explicaría en parte la -ya no sería tan rara- posición oficial de Italia sobre Venezuela hoy. Matteo Salvini, actual Vicepremier y Ministro del Interior, en 2014 se opuso al embargo internacional contra Rusia (por la arbitraria anexión de Crimea, ordenada por el neo Zar Putin), posición que podemos interpretar como soterrada derivación del viejo pacto, (toda vez que este  conflicto involucra a Cuba, la sanguijuela que maneja al castrochavismo, vieja colonia de la URSS, hoy aliada de Rusia, como Siria, en la geopolítica mundial), aunque la posición de Italia sea contraria a la posición de la UE y EEUU, aliados en el propósito de auxiliar a Ucrania, cuyo territorio fue mutilado, y hacer respetar el Derecho mundial y los territorios de cada nación

Maduro nuevo fraude y Huawei. El cucuteño tiene pendientes varias explicaciones, además de que su versión hollwoodesca sobre el mega-apagón a escala nacional, del 7 al 11 de marzo, con fantasiosos ataques cibernéticos y electromagnéticos que no le cuadran ni a los pocos seguidores que le quedan, mucho menos encajan en la realidad de apagones diarios en todos los estados del país, que han venido ocurriendo desde aquella súper obscurana de cinco días, durante estos tres meses, si se supone que señaladas las presuntas causas (“Trump causando daños a gran distancia, jugando con sus armas cibernéticas y electromagnéticas, en la oficina oval, o desde el Air Force One”), el sucialismodelsiglo21 ha podido y debido “neutralizar al enemigo y reparar los daños”. Somos el único país del planeta con fallas en el suministro eléctrico a escala nacional, ya por casi 3 meses seguidos, pero el indocumentado actúa como si los graves problemas que azotan al país (derivados del arbitrario e inviable sucialismo impuesto por el golpista bipolar y agravados por el reposero enemigo de la Polar, ambos títeres del castrismo) no existen o son siempre provocados por terceros, incluyendo extraterrestres. Se rasgan las vestiduras todos los voceros de la narcobanda, con Maduro de lloriqueante primordial, achacando  las cientos de muertes por desnutrición y falta de medicinas a las sanciones y al desvío de dineros de la Nación venezolana a cuentas manejadas por el equipo del legítimo gobierno del Presidente encargado Juan Guaidó. Con descaro afirman hoy que les han impedido adquirir la comida y las medicinas “para el pueblo”. Pero resulta que, 1°: La grave escasez de alimentos y fármacos comenzó en el 2013 y las sanciones de EEUU y la UE le han sido impuestas desde el 2017 a funcionarios del régimen, con nombre y apellido, implicados en crímenes de lesa humanidad y blanqueo de capitales. 2°: El bloqueo de ingresos al régimen  ilegítimo y usurpador, es una medida iniciada hace apenas dos meses, y 3°:  Mientras esgrime esas dos  patéticas  excusas  para justificar la falta de fondos para comida y medicinas, Maduro anuncia que hará compras de costoso material militar, e inversiones en HUAWEI, para solidarizarse con China. ¿No hay  dinero para lo esencial, frenar las muertes por desnutrición e insuficiencia medicinal, pero sí aparecen los dólares  para lo innecesario, para congraciarse con Rusia y China? Los venezolanos hacen colas de varias horas para adquirir la escasa gasolina, pero el castrochavismo evade bloqueos para enviar  tanqueros con millones de litros de combustible a Cuba, la casa matriz del parasitismo que desangra a Venezuela. Fallan también la distribución del gas, del agua, la señal de Internet, El salario mínimo equivale a 7 dólares.  ¿Qué harían los noruegos sometidos a las condiciones que sufren los venezolanos?