viernes, 29 de enero de 2021

¿ SENILIDAD O INSENSIBILIDAD ?

¿ SENILIDAD O INSENSIBILIDAD ? Edgard J. González.- En las catacumbas donde reposan mis viejos escritos, la mayoría publicados en diarios de papel, lo que hoy denominamos medios analógicos, he descubierto algunos que no envié para su publicación y permanecen como bien conservadas momias, que disfruto al releerlos luego de décadas de hibernación involuntaria. Este que ahora publico, merece salir a la luz (hoy en formato digital) dado que mantiene vigencia lo esencial de su contenido, aunque sea una vivencia con más de 15 años, actualizada. Refleja la contradictoria posición de algunos que, enfrentados a la realidad, se niegan a reconocer sus errores y tercamente insisten en aferrarse a sus obsoletos dogmas. Los que sin sonrojarse siquiera gritan "Muera Pinochet, Viva Fidel", acusan al Capitalismo como sistema explotador y a EEUU como imperio malvado que impone las injusticias socioeconómicas y políticas, mientras siguen esforzándose por implementar el Socialismo-Comunismo que todas las veces ha desembocado en absoluto fracaso, arruinando a los países bajo control de los ñángaras, y nunca han visto represión criminal, corrupción ni genocidio, en los regímenes que se alineaban con la antigua URSS, o los que mantienen hoy el esquema neoestalinista, en NorCorea, Cuba, Nicaragua, Bielorrusia, o el neozarismo de Putin en Rusia. Domingo Alberto Rangel fue un destacado líder de AD, a quien apodaban “jurungamuertos” por su tendencia a mencionar con frecuencia a fallecidos en sus discursos. Gradualmente fue radicalizándose, distanciándose de la digna y valiente posición que caracterizó a los adecos en su enfrentamiento a la dictadura militar del 48 al 58, optando por apoyar los extremismos violentos de estirpe soviética o maoísta. Participó en la división de AD que produjo al MIR y su incorporación al totalmente injustificado movimiento guerrillero que agredió a la naciente democracia a inicios de los 60, afortunadamente derrotado, hasta simpatizar con el terrorismo islámico. En un artículo, DAR afirmó, (cito): “Fidel y Raúl Castro, el comunismo cubano, y el tuerto Omar con Osama Bin Laden, son los únicos cuatro revolucionarios auténticos, merecedores de respeto. Los talibanes y Al Qaeda son terroristas o practican el terror, pero arriesgan la vida a diario, viven aislados dentro de unas cuevas abiertas en los abismos infernales del Himalaya. Fidel y Raúl con sus viejos uniformes de la Sierra Maestra, viven sin edecanes en la puerta ni signo alguno de distinción, privilegio o señorío”. Siendo imposible tratar a fondo el tema de la Revolución, en un simple artículo, voy a referirme muy brevemente a los puntos que resumí en el párrafo anterior, de lo afirmado por DAR. No incluí el término Ignorancia en el título de esta carta, aunque esas afirmaciones suscritas por personas comunes y corrientes necesariamente nos harían pensar en lo mucho que desconocen. No es el caso de DAR, ya que ignorante no era. A conciencia, dejó por fuera los elementos que complementarían una buena definición de lo que son esos cuatro a quienes él cotiza como “respetables y únicos revolucionarios”. No siempre visten con uniformes de la Sierra Maestra, tampoco son viejos los que se ponen cuando la conveniencia política obliga. Ambos usan trajes y corbata, que seguramente no provienen de rebajas, ni son donaciones del Salvation Army. Como tampoco eran militares ni antiimperialistas, los monos de ejercicio Adidas que vestía Fidel durante su chochera de años. El humor extremo de DAR se muestra en todo su esplendor, cuando visualiza a los hermanitos Castro sin edecanes, ni distinción, privilegio o señorío. Los imaginó como cualquier cubano, con su libreta de racionamiento haciendo su paciente cola para recibir la libra de arroz o de harina que ellos mismos establecen, y llegó al extremo de imaginar que, junto con Alarcón y otros miembros de la nomenklatura cubana, fabricaban a escondidas su balsa, para los tiempos en que la pudieran necesitar. No mencionó DAR el bastardo culto a la personalidad en torno a quien transformó a Cuba en la mayor prisión del continente, ni la miseria en que viven la mayoría de los comunistas ajuro, congelados en los sesenta, y amenazados de golpizas y juicios sumarísimos los que se atrevan a pensar distinto y a proponer salidas democráticas. El tráfico es estrictamente restringido alrededor de las lujosas residencias de estos humildes líderes (Fidel tenía muchas y en las más remotas, con García Márquez, disfrutaba de orgías y privilegios nada frugales), y quien se atreviese a acercárseles en algún evento, recibiría un tiro, proveniente de los círculos de seguridad originales, copia de los cuales eran los que apapachaban al cubano putativo nacido en Sabaneta. Los chulos por viveza llaman Bloqueo, al embargo poroso que no ha impedido el comercio con los EEUU, ni que les lleguen las limosnas en dólares que los mantuvieron a flote durante 51 años, antes desde la URSS, colapsada en 1991, ahora desde Venezuela. La humildad y la sencillez no conocen a los Castro, dictadores estalinistas tropicalizados. El tuerto Omar y Bin Laden no vivían en cuevas porque esa era la opción más modesta y revolucionaria que escogieron, sino porque era su única opción (hasta que Osama ocupó su casona con mucho terreno en el alcahueta Pakistán, donde los US Seals lo cazaron). Los tenían acorralados, obligados a evadir el cerco, escondidos en improvisados túneles. Tampoco arriesgaban la vida a diario, todo lo contrario, por eso se refugiaban bajo tierra y enviaban a los fanáticos más jóvenes e idealistas, fáciles de manipular, a inmolarse con su carga de explosivos, sembrando la muerte y la destrucción. Dos detallitos más sobre el altruismo revolucionario de los 4 talibanes loados por DAR; Aunque tienen muchos hijos, los árabes no le impusieron a alguno de ellos el honor de forrarse con explosivos e irse a disfrutar del edén con 72 vírgenes que Alá les tiene preparado, como tampoco ha corrido algún riesgo alguno de los familiares de los Castro, en los innumerables conflictos violentos que han generado en África y Latinoamérica. Para carne de cañón reclutan a los que no llevan su sangre, la cual únicamente aparece, en pequeñas cantidades, en probetas de laboratorio, como muestras para algún previsivo examen clínico. Y en Iraq, las víctimas de las bombas siempre son shiitas, en beneficio de la minoritaria secta sunita, a la que pertenecen los sauditas y los seguidores de San Saddam Hussein, aquel arrechísimo revolucionario, antiimperialista también, alto pana de Chávez, a quien encontraron los gringos escondido en un hueco bajo el solar de una casa de su ciudad natal, barbudo y hediondo (no tuvo ni siquiera la totuma y los tres minutos que recomendaba el bastardo bipolar de Sabaneta), balbuceando en cómico inglés las pocas palabras que escogió para rogar que no lo mataran,“plisdonkilmi”. Dados los parámetros que utilizó DAR para calificarlos como revolucionarios y respetables, nos extrañan algunas omisiones; Nombró al mayor asesino-genocida del siglo 20, Mao Tse Dong, pero no mencionó a Stalin. Ambos pueden ufanarse de haber enviado a la muerte a decenas de millones. Incluyó, como de ñapa, al patético Tiro Fijo. Muy raro que no haya incluido a las FARC y a Timothy McVeight, quienes llenan los requisitos esenciales para estar en el dream team junto a los Castro, el tuerto y Osama. Las FARC secuestran seres humanos, producen y distribuyen cocaína, dinamitan por igual un Club que una Capilla, con gente adentro, faltaba más. McVeight destruyó con explosivos un edificio en Oklahoma, antiimperialista sin dudas, y asesinó a 168 seres humanos, la mayoría niños de un kínder, a quienes denominó "daños colaterales". Revolucionarios a carta cabal. As cute as Fidel and the tálibans. Prieto Figueroa, ateo convicto y confeso, ante la pregunta con piquete sobre la posibilidad de asumir una posición religiosa cuando estuviera a las puertas de la muerte, respondió que él ya había preparado a sus hijos para que no le hicieran caso si -en ese último y agónico trance- empezaba a desvariar y decir insensateces. Es preferible cuando se es anciano, perder el control de los esfínteres que perder el control de la memoria y el pensamiento, y considerar como respetables a terribles criminales, enemigos de la Sociedad Humana.

1 comentario:

  1. Sigo sin lograr que el artículo sea publicado con sus párrafos separados y algunas palabras o líneas resaltadas en negritas. Disculpen, es ajeno a mis intenciones y capacidades informáticas. EJG 300121

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