Ramificaciones de la
pandemia: Sanitarias, económicas, políticas.
Edgard J. González.-
Lo más importante de la información científica lo ofrecí en
artículo publicado a comienzos de abril (*).
En este voy a referirme a los otros
aspectos y consecuencias que derivan de la conformación y la evolución del
nuevo virus COVID19 hasta
convertirse en pandemia, la primera en el siglo21, tercer milenio, y la segunda
en poco más de un siglo, pues ya buena parte del planeta sufrió la peste de 1918 (la “gripe española” que incluso se llevó a Alí, el hijo preferido
del dictador de Venezuela, Juan Vicente Gómez). Desde 1918 la Humanidad no
enfrentaba una pandemia que afectase a la mayoría de los países del orbe, y ninguna de las generaciones hoy activas
(abuelos, hijos, nietos) imaginaba siquiera que esto ocurriría, mucho menos se
prepararon para combatirla con total eficiencia y celeridad.
Las primeras informaciones provinieron de Wuhan, ciudad central de China, con 11
millones de habitantes, donde sin duda ocurrió el primer brote. Pero la alarma comenzó a difundirse en enero del
2.020 y ya se tienen evidencias de que el
brote apareció en noviembre del 2.019, de manera que hubo una negligente o deliberada demora en dar
la noticia a tiempo de evitar el elevado número de contagiados que se produjo,
lejos de China. Porque además de la sospechosa
tardanza en informar desde noviembre, también hubo en el gigante asiático inmediatas y estrictas medidas para
confinar en Wuhan los primeros casos e impedir
que se propagara al resto de China, pero no aplicaron medidas para evitar
que quienes salían de Wuhan hacia el exterior del país -parte de la alta
población flotante de esa pujante ciudad- fuesen
potenciales portadores del nuevo virus, transportándolo a Europa, EEUU, y
en menor dimensión a otros espacios y continentes, mucho antes de que supieran de la plaga y pudieran implementar las necesarias
prevenciones (ambas fallas exclusivas del gobierno chino). Muy distinto
habría sido todo, si China avisa desde noviembre, y prohíbe el flujo de
viajeros de Wuhan al exterior.
En contraste con las rápidas y eficientes respuestas
implementadas en Taiwán, SurCorea y
Japón, en el resto del planeta las reacciones
ocurrieron tarde, distinta fecha para cada país -aun siendo vecinos en
Europa- y con diferentes diseños en los esquemas a ser aplicados. Pero, por
factores que deben ser definidos en base a las estadísticas y la ubicación
temporal y espacial de los contagios y muertes, los espacios más golpeados han
sido Lombardía -al norte de Italia-,
Madrid y Barcelona al centro y NE de
España, Nueva York, en la costa oriental de EEUU, y Guayaquil al
suroeste de Ecuador. ¿Cuál es el común denominador de esos espacios? Que
son receptores de grandes cantidades de
viajeros, en calidad de turistas, hombres de negocios que vienen de o van a
hacer compraventas, y empleados de empresas que retornan de sus vacaciones
decembrinas (En Lombardía, China ha
comprado muchas empresas, y en sus Nóminas mantienen muchos empleados
chinos. Guayaquil es el puerto principal de Ecuador, probablemente el COVID19
llegó en barcos que estuvieron en China). Viajeros
o tripulantes que, en su mayoría, estuvieron en China y, directa o
indirectamente se convirtieron en portadores del microorganismo, aunque muchos
no sufrieron sus efectos patógenos. El lapso transcurrido desde el inicio del
brote en Wuhan, noviembre 2019, hasta la primera adopción de medidas para
enfrentar la nueva amenaza, permitió que
cada portador asintomático contagiara a entre dos y diez personas, que a su
vez propagarían el virus en creciente y dañino abanico, antes de ser declarada
la emergencia y aplicadas las primeras medidas de prevención (cuarentena, mascarillas) y de tratamiento (hospitales tradicionales o improvisados, respiradores,
multiplicación de Unidades de Cuidado Intensivo) sin que los médicos tuvieran
el conocimiento elemental sobre el nuevo
coronavirus (el tratamiento curativo y la vacuna preventiva no estarán
listos hasta dentro de un mínimo de seis meses a un año). Escribo el 14 de mayo,
cuando van a nivel mundial 4.387.438 contagiados, 298.392 fallecidos y 1.565.606 recuperados.
La población mundial logró acumular sus primeros 1.000 millones en 1800, le tomó 130
años para alcanzar los 2.000 millones en
1930, y otros 30 años para llegar en 1960 a 3.000
millones. 4mM en 1975, 5mM en 1990, 6mM en 2000, 7mM en 2011, hoy 7.5mM. En
la antigüedad predominaba la elevada
mortalidad, con esperanza de vida que no superaba los 40 años. Desde mediados
del siglo 19 los avances médicos,
farmacéuticos y tecnológicos fueron disminuyendo la mortalidad, gracias a
la incorporación de vacunas y
antibióticos, el aumento y mejoramiento de los hospitales y las medidas de
higiene, generando para los países más desarrollados y urbanizados esperanzas de vida superiores a los 60 y 70
años. Lamentablemente esos avances no ocurrieron en paralelo a cambios en la conducta demográfica, y
muchos pueblos mantuvieron alta
fertilidad, sin correspondencia con
la generación de empleos y la capacidad de satisfacer las necesidades de la elevada
prole, lo que multiplicó la cantidad de personas en los estratos socioeconómicos
inferiores, mientras la población mundial aumentaba, así como la brecha entre países desarrollados y
subdesarrollados. Se redujo drasticamente el lapso para aumentar ese
volumen de mil millones, que la primera
vez exigió decenas de miles de años.
El saldo trágico de la pandemia COVID19 no llega a 300.000 mientras que la gripe española de 1918 mató a 50
millones de personas. Comparados los saldos esta es una gripecita, pero las facilidades para la propagación de una epidemia
son mayores ahora, por los avances cualitativos y cuantitativos de los
transportes terrestres, marítimos y aéreos, y por la mayor densidad de la población mundial, que en 1918 era de 1.948
millones, y hoy es de 7.500 millones, antes
dispersa población rural, hoy urbana y concentrada en grandes ciudades que
pueden contener de 7 a 39 millones de
habitantes (Tokio 39M, Nueva Dehli 26M, Shangay 24M, México, Pekín, Sao
Paulo, Bombay 21M, Osaka 20M, El Cairo 19M, Dhaka 18M, Karachi 17M, Calcuta y
Buenos Aires 15M c/u, Istambul 14,4M, Sao Paulo, Río de Janeiro, Guanghzou Chongqing,
Lagos y Manila, + de 13M c/u, Nueva York, New Jersey, 8.5M, Hong Kong 7.5M).
Población/Nº de fallecidos
(F), proporción x Millón,
por país; EEUU 327M/85.197F 260,5xM Reino Unido 67M/33.186F 495,3xM
Italia 60M/31.106F 518,4xM España 47M/27.321F 581,3xM Francia 67M/27.074F 404xM
Brasil 210M/13.276F 63,22xM Bélgica 11.5M/8.903F 774,2xM Alemania 83M/7.861F 94,7xM
Irán 82M/6.854F 83,59xM Países Bajos 17M/5.590F 328,8xM Canadá 38M/5.302F 139,5xM China 1.400M/4.633F 3,3xM México 127M/4.220F
32,2xM Turquía 82M/3.952F 48,2xM Suecia 10M/3.529F 352,9xM
India 1.393M/2.564F 1,8xM Ecuador 17M/2.334F 137,3xM Rusia
147M/2.305F 15,7xM Perú 32M/2.160F 67,5xM.
Del cuadro extraemos que EEUU tiene la mayor cantidad de muertes, seguido por Reino Unido, Italia, España
y Francia, pero en proporción por millón
de habitantes Bélgica lidera, seguida por España, Italia, Reino Unido y Francia. Y sorprendentemente,
los países donde la proporción por millón de habitantes ha sido menor, son en
orden descendente: México (32,2xM), Rusia
(15,7xM), China (3,3xM) e India (1,8xM). Los países más poblados, con exceso diría yo, China e
India, ¡ostentan las menores proporciones de fallecidos por COVID19 por cada
millón de habitantes !. China, donde se
originaron tanto el brote inicial como la oleada de propagación al resto del
mundo (sin afectar al resto del país, sólo a Wuhan), apenas tuvo 4.633
muertos y 3,3 por cada millón de habitantes. Insólito y sospechoso.
Lo sanitario está inevitable y desafortunadamente vinculado a lo económico, en directa proporción a la estricta
aplicación de las medidas para frenar la pandemia, enclaustramiento familiar en cada vivienda, uso de mascarillas y
distancias mínimas entre personas en las reducidas salidas para adquirir lo
indispensable en alimentos y medicinas, la mayoría de las actividades de la economía
son afectadas, [salvo las imprescindibles para mantener la elemental sanidad -recoger la basura, trasladar los contagiados al hospital, y los cadáveres a las morgues
(algunas improvisadas)-, el orden público -ejército y policía-, tiendas y
farmacias en horarios limitados, etc], las labores
regulares en fábricas, hoteles, bares, empresas de servicios, aeropuertos, puertos,
líneas aéreas, transportes terrestres y marítimos, escuelas, liceos,
universidades, deben ineludiblemente
paralizarse, y ello genera el dilema de cómo atender un gasto creciente a raíz del combate a la pandemia, con
una economía disfuncional, cuya productividad es cercana a las mínimas
dimensiones, lo que a corto o mediano plazo conducirá a un déficit. Aplicar las medidas idóneas
para enfrentar la pandemia y simultáneamente ir reactivando la economía, son tareas del ámbito político, que
como nos muestran las noticias, son variadísimas y nos ofrecen desde las envidiables
y exitosas respuestas en Taiwán, SurCorea, Japón, Portugal y Alemania,
hasta las ambiguas recomendaciones
de mandatarios incapaces de superar sus tendencias demagógicas y
sobreprotagónicas, en lugar de delegar
en los genuinos expertos el análisis diario de la situación y la toma de
decisiones. Hubo jefes de gobierno que, luego de algunos traspiés
iniciales, corrigieron el rumbo y lograron resultados eficientes, reduciendo progresivamente
el número de contagios y muertes.
Llama la atención cierta similaridad
entre EEUU y España, por tener ambos países territorios con jurisdicción legal
y administrativa propia, 50 estados en
EEUU, 17 Comunidades Autónomas en
España. pero mientras en EEUU todos
hablan un mismo idioma y respetan la unidad territorial, sin anacronismos
separatistas, en algunos espacios de España no sólo hablan un segundo idioma, sino que alegan que hay
razones históricas que apoyan sus
intentos de “independizarse”, formar
países enanos a costa de mutilar el territorio español. Y lo peor es que
esos grupos, en Cataluña, Euskadi,
Baleares y Valencia, han conformado alianza
con el PSOE, junto con el castrochavismo de PODEMOS (financiado en sus
orígenes con dinero del sucialismodelsiglo21 y de los ayatolas iraníes) para
permitir que Pedro Sánchez,
ambicioso demagogo, descarado plagiario, soterrado simpatizante del separatismo
y del neoestalinismo, continuador de los terribles daños de su compañero Rodríguez Zapatero, asumiera la
presidencia del gobierno (condicionado a complacer
a los enemigos de España y la Democracia) donde, como Maduro en Venezuela, aprovecha la cuarentena a que obliga la
pandemia, para imponer sus
arbitrariedades, sin contraloría ni
vigilancia legislativa y judicial, con resultados desastrosos para la
España actual, y un manejo preocupantemente similar en lo autoritario, en la represión a las libertades, en la
adulteración de las cifras, al gobierno chino, en eso Sánchez y Jinping se
asemejan y hasta funcionan como socios.
Por último, fracasado el ridículo intento de los desesperados
del partido demócrata (siendo evidente que electoralmente los esperaba una derrota mayor que la sufrida con Híllary
Clinton en 2016), de destituir a Trump mediante un Impeachment que se volvió agua de borrajas, ahora buscan colocar en contra de Trump las
consecuencias en EEUU de la pandemia del COVID19, casi culpándolo de su
origen y diseminación, como si no fuese
obvio para la opinión pública mundial, que brotó en Wuhan y China impidió
su propagación en su territorio, pero permitió el flujo de miles de portadores
que fueron a destinos en el resto del planeta, donde no les prohibieron la
entrada casualmente porque China avisó
con mes y medio de retardo de la existencia y multiplicación del patógeno
oriundo de Wuhan. El País, diario
español, mantiene un constante y mal disimulado ataque contra Trump. Destaco
dos cuestiones: En todos los países del
mundo, apenas se tuvo claro que el virus llegaba por aire, por barco, por tren,
los gobiernos tomaron la medida de
cerrar sus fronteras, y cada noticia lo reseñaba como anuncios del Primer Ministro o del Presidente de cada Nación,
excepto con Trump, a quien el titular acusaba de AMENAZAR con cerrar las fronteras. ¿Objetividad o descarada
agresión?. También dedicaron espacio a mostrar los defectos que al parecer le sobran al yerno de Trump, esposo de
Ivanka, y asesor en su equipo de trabajo en la Casa Blanca; “Milenial
rico que ha fracasado en todo, gestiona
a su manera la crisis del coronavirus en los ratos libres que le deja el
conflicto de Oriente Medio. Muñeco de
ventrílocuo, Pinocho, aún no ha cumplido los
40, su padre donó 2.5 millones de dólares a Harvard para que lo admitieran, y gastó 2.000 millones adquiriendo un edificio
en NY”. Sólo les faltó describirlo como feo
y antipático. Pero se trata de alguien con un pasado similar al de Trump, su padre constructor le dejó una fortuna que Donald ha sabido acrecentar,
y si su yerno, Jared Kushner, ha
malgastado parte de lo heredado, es SU dinero y está en su derecho de invertirlo mal o regalarlo, lo que en
realidad no ha hecho. Pero yo le exigiría al diario El País, que en aras de la objetividad y la ética
periodística, dedicaran un espacio a mostrar a los lectores el currículum, los detalles de la vida y
obras de Hunter Biden, sus éxitos y
fracasos, su equilibrio emocional y los compromisos que ha adquirido en su
existencia, en especial los méritos que lo llevaron a formar parte de la Junta Directiva de una empresa ucraniana, que le
pagaba 50.000 dólares mensuales, y coincidencialmente esa misma empresa es señalada como la más
corrupta de Ucrania (país al que Joe Biden, siendo Vicepresidente de
EEUU, con el mulato Barack Hussein Obama al mando, visitó once veces, mientras su hijo disfrutaba de ese alto cargo
privado, y sin conocerse aún los motivos
y los resultados de esos once viajes del Senior Biden a Kiev). No retratar
a Hunter Biden de cuerpo entero, luego de detallar al yerno de Trump, sería muy
sectario y vicioso.
COMO SIEMPRE, LOS ARTÍCULOS DE EDGARD SON MUY BUENOS.
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