Suicidio y Eutanasia no son sinónimos.
Edgard J. González.
Definición del suicidio; Producirse voluntariamente la muerte a sí
mismo, generalmente dejando una carta explicativa, la mayoría de las veces no
dan indicios previos y sorprenden a sus allegados con esa decisión. Maneras de suicidarse; Balazo a la
cabeza, ahorcamiento, ingerir veneno, cortarse las venas de las muñecas
sumergido en agua, lanzarse de una altura considerable, de un edificio o
puente, o frente a un vehículo en rápida circulación (automotor, ferroviario). Causas del suicidio; la mayoría ocurren
por sobrevaloración de eventos que entristecen, disgustan, deprimen a una
persona, motivaciones de fácil superación, reveses
que le suceden a muchos [una decepción amorosa, rompimiento del noviazgo,
divorcio, fallecimiento de un ser querido, despido del trabajo, bajo
rendimiento académico, crisis económica, soledad, próximo e inevitable juicio,
daños a su reputación], pero que algunos
no saben cómo resolver y apelan a la drástica interrupción de su vida.
Mayoritariamente son jóvenes, no sufren una enfermedad grave e irreversible, y
tienen mucho tiempo de existencia normal por delante.
Pocos
suicidios demuestran cierta
justificación, un reclamo a quienes contribuyeron a consolidar la situación
conflictiva que motiva el suicidio. Getulio
Vargas, Presidente de Brasil, atormentado por las componendas y calumnias que contra él urdieron, se suicidó el 24 de
agosto de 1954. Miguel Ángel Quevedo,
propietario y director de la Revista
Bohemia de Cuba, se suicida en Caracas, agosto del 69, profundamente arrepentido de haber ayudado a la causa aparentemente
revolucionaria liderada por Fidel Castro,
que ya en control del poder demostró ser antidemocrático,
caudillista y neoestalinista. En el otro extremo, los casos de Jeffrey Epstein (multimillonario
juzgado por pederastia, se suicidó
en prisión), y Alan García, ex presidente de Perú, con auto de detención por nexos
con la corrupción de Oddebretch), se da un balazo, José Manuel Márquez Cabrera, ex ejecutivo de PDVSA involucrado por
desviar fondos de la petrolera, se suicida en Madrid, estos tres casos en 2019.
Los japoneses practican el Harakiri,
un ritual muy antiguo, arrodillados se acuchillan el vientre, al considerar que
hicieron algo deshonroso, y el Kamikaze, que para pilotos militares en
la Segunda Guerra Mundial, consistía en chocar su avión contra un barco
enemigo, con ellos en la cabina.
Definición de Eutanasia; Es un procedimiento normado por su
correspondiente Ley, para interrumpir la
agonía de la víctima de una enfermedad crónica, irreversible, que le causa constante y creciente dolor, discapacidad por el gradual deterioro
corporal, lo que a su vez obliga a la dependencia
de terceros para atender sus necesidades
elementales (comer, asearse, orinar, defecar, cambiar de ropa, trasladarse
de la cama a una silla, o al hospital para una revisión médica, etc), de lo que
también derivan gastos extra, que
muchos no pueden pagar, y la natural angustia
de sus seres queridos, a menudo impotentes para aliviar aquel sufrimiento,
al igual que los cuidados paliativos,
que tienen sus límites y no son
accesibles en todas partes, ni siquiera en los países donde la Eutanasia es
reconocida como un avance civilizatorio,
a la par de los múltiples logros en
materia laboral (prohibición de
emplear niños, semana de 40 horas, vacaciones y bono anuales, descanso pre y
postnatal para las trabajadoras, equipos de seguridad industrial, prestaciones
acumuladas, pensión por vejez o enfermedad inhabilitante), educacional (Escuela Primaria obligatoria, cursos complementarios
para adultos, becas), cultural (no
discriminar por el sexo de cada persona, su posición política, económica o
religiosa, su etnia o nacionalidad), y debe llenar ciertos requisitos esenciales, como ser formalmente solicitada
por el propio paciente, aprobada y aplicada por médicos que, una vez
demostradas las condiciones de irreversibilidad, permanente sufrimiento,
gradual discapacidad y dependencia de terceros, proceden a suministrar al paciente mediante inyección, los fármacos que le
inducirán un sueño profundo y luego la paralización de sus sistemas orgánicos,
poniendo punto final a su agonía, respetando la voluntad del enfermo terminal.
Quienes
rechazan la Eutanasia afirmando que es un suicidio
asistido, evidencian que ignoran la
esencial diferencia entre esas dos opciones, su semántica -resumida en los
anteriores párrafos-, o la conocen, pero
en sus opiniones pesan ciertos prejuicios culturales o los dogmas religiosos,
que atribuyen la potestad de DECIDIR
cuándo y cómo debe ocurrir la muerte de toda persona, a un ser imaginario
al que llaman “dios”, al que también atribuyen la CREACIÓN del Universo entero, y por ende, los seres humanos, que se
convierten en individuos que no pueden
decidir por sí mismos, constantemente sujetos
a “la voluntad del creador” que establece el cuándo y el cómo de nuestro
fallecimiento, caprichosa y arbitrariamente, en contradictorio paralelo a un supuesto “libre albedrío” que al
parecer tiene algunas excepciones
escritas en letra muy chiquita (cláusulas que también prohíben el divorcio,
el segundo matrimonio, el aborto aún en los casos en que el embarazo sea
producto de la violación por un criminal, o ponga en peligro la vida de la
gestante, y para cuadrar ese círculo
vicioso veta toda discusión que ponga en duda el origen divino, la infalibilidad y la respetabilidad de los dogmas
que sostienen el absurdo de lo
imaginario-religioso).
Durante
varios milenios las diversas formas de organización
sociopolítica de los grupos humanos, de clanes y tribus a pueblos y estados,
reflejaron en sus mecanismos de gobierno la conveniente fusión de lo eclesiástico, lo militar y lo político,
que eran los tres poderes básicos, y con frecuencia se juntaban en la figura
del líder máximo (rey, emperador, faraón)
las condiciones de jefe máximo y
representante de las deidades (en el politeísmo) o la deidad (en el más
reciente monoteísmo), o él era
considerado la deidad misma. La gradual
e inevitable evolución de la Humanidad fue generando un creciente rechazo a
esa doble condición humano-sagrada,
que beneficiaba a una minoría (la
nobleza, vinculada al gobernante por consanguinidad y dinastías, los
sacerdotes, y la alta oficialidad del ejército) perjudicando a la mayoría (agricultores, artesanos, soldados,
obreros, servidumbre, esclavos), condenados
a la miseria, la explotación, la injusticia, una vida de penurias, muy
diferente a la de los miembros de las élites dominantes. El derrumbe del feudalismo, los descubrimientos científicos, el legado
greco-romano, fueron produciendo una tendencia
favorable a la Democracia, a la eliminación de los privilegios de clase, a la
superación de las injusticias derivadas de las conveniencias de quienes
controlaban el poder, y de la ignorancia general, haciendo inevitable en la
mayoría de los países modernos la separación
del estado y la iglesia, aunque
manteniendo la libertad de cultos y la supervivencia de cosmovisiones
enraizadas en el remoto pasado, totalmente erradas y castrantes, puesto que
mantienen la sumisión a seres
imaginarios y sus dogmas son contrarios a las verdades demostradas por las ciencias,
a lo largo de difíciles milenios, durante los cuales cada descubrimiento de
inmediato acarreaba la reacción
intolerante y violenta del status quo y de quienes lideraban los diversos
grupos sociales (casos muy demostrativos los de Giordano Bruno y Galileo Galilei).
Aunque
el analfabetismo absoluto ya no
afecta al 90% de la población mundial, como hasta hace pocos siglos, el analfabetismo funcional sigue afectando
a una importante porción de la
Humanidad, que se rige por la superchería, las supersticiones, los mitos y
fábulas que conformaban las creencias de sus más remotos ancestros, y por
supuesto las religiones son el factor
más poderoso de ese conjunto cuasi atávico, con sus libros sagrados (torá, biblia, Corán) recargados de mentiras y falacias, contrarias a las
cosmovisiones asentadas sobre resultados científicos y lógicos, producto del
denodado esfuerzo de miles de hombres y mujeres que se dedicaron sistemática, metódicamente, a explorar, investigar,
indagar, estudiar, calcular, recolectar, experimentar, demostrar, organizar y
explicar los mecanismos que rigen a la
Naturaleza del planeta, del sistema solar, de la galaxia Vía Láctea, y del
Universo infinito, en la medida en que
cada una de esas dimensiones lo ha permitido.
Sin
embargo nos sorprende que hoy, frente a
cualquier problema y sin importar su tamaño y gravedad, todavía vemos que
hay personas que apelan a la dimensión
de lo mágico-religioso y ofrecen la solución para desplazar una dictadura, enfrentar las consecuencias de un cataclismo o
una epidemia, evitar o frenar una guerra entre naciones, solventar una crisis
económica, mediante plegarias al todopoderoso, y dejar todo en las manos del
ser ficcional (que jamás ha intervenido, ni siquiera ha demostrado existir).
En esta hora crucial, con la Humanidad amenazada por la pandemia del Covid 19, hay quienes -en lugar de colaborar en la eficiente aplicación de las medidas
preventivas propuestas por los expertos, invitan a desobedecerlas, a confiar en el poder de “la sangre de
Cristo, el manto de la virgen, la cadena de oraciones”, como si
estuviéramos en plena edad media, y contrariar esas irresponsables extravagancias pudiera conducirnos a un juicio inquisitorial y su correspondiente
castigo, bárbaro y ejemplarizante.
Los
ultradogmáticos, en su injustificado e
irracional rechazo a la Eutanasia, incurren en excesos que incluso van
contra los principios elementales de su respectiva religión. Se oponen a su
reglamentación, y proponen que quien quiera quitarse la vida proceda a
suicidarse de la manera tradicional. Al terco empeño en negar que lo que la eutanasia permite es la interrupción de la AGONÍA,
cuando ya no hay genuina vida ni dignidad en ese tormento del enfermo
terminal, agregan la primitiva
barbaridad de preferir que, los que esperan
y solicitan el avance civilizatorio que representa la Eutanasia, sean obligados a suicidarse, con todas las
dificultades y el morbo que implica darse un balazo, ahorcarse, cortarse las venas,
envenenarse con cianuro, arsénico, curare o raticida, lanzarse desde un balcón
o frente a un vagón del Metro, y las
secuelas que eso deja en familiares y amigos. No muy cristiano.
Una
comparación pertinente; Si una
trabajadora embarazada considera que resulta innecesario y contraproducente el
permiso pre y postnatal, y le comunica a su jefe que ella va a ir al
trabajo hasta que rompa fuente, y se reincorporará a la semana de haber nacido
su hij@, probablemente el jefe podría
tolerar esa decisión de su empleada. Pero si ella le exige que la imponga a todas las trabajadoras embarazadas,
eso sería inaceptable, pues estaría
violando derechos ajenos, el disfrute de las semanas de permiso laboral
previas y posteriores a la maternidad, un obvio
avance civilizatorio.
Quienes
estamos a favor de la Eutanasia, no nos
oponemos a que quienes la rechazan, mantengan todos esos “argumentos”
relacionados con la voluntad del ser imaginario al que veneran, y disfruten
al 100% en caso de ser afectados por una terrible enfermedad -irreversible,
dolorosa y costosa- que los incapacite, los haga depender de terceros por meses
o años, y que cuando los cuidados paliativos, caso de existir en su país, ya no
calmen su intenso dolor, aguanten aquel
vía crucis con la entereza y dignidad que mientras están sanos le asignan a ese
segmento final, y demuestren que esa opción es válida y merece la pena de
soportarla por todo el tiempo que dure esa agonía.
Pero no impidan que los que no compartimos esa posición masoquista, primitiva y dogmática, podamos hacer uso de la
opción moderna, civilizada, amable,
sensible, humana, de la Eutanasia, que nos ahorre el trayecto de la agonía,
el sufrimiento que esta le impone al
paciente y a sus seres queridos. No queremos retornar a la edad media, ni siquiera
como turistas por corto tiempo. Ustedes
al cielo, nosotros al infierno, total,
ambos espacios son, como los dioses y las vírgenes, imaginarios también.
·
Recomiendo ver las películas “Las invasiones bárbaras”, film
canadiense, y “Mar adentro”,
film
español. Y leer:
.. gracias por compartir ..
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