Crímenes con amnesia o narcoparchas.
La
reciente muerte de los opositores cubanos Oswaldo Payá y Harol Cepero
Escalante, en un presunto “accidente” de carretera, a 600 kilómetros al este de
La Habana, nos lleva, por los elementos que nos ofrece “la noticia oficial”, a
asociarlo con el también extraño accidente en que perdieran la vida la famosa
Lady Diana y su amante Dodi Al Fayed, el 31 de agosto de 1997. En ambos
sucesos trágicos, dos y tres muertos respectivamente, hubo un pasajero que
resultó ileso pero amnésico. Desmemoria del copiloto pudiera bautizarse a este
raro y conveniente síndrome, con sus mentes en blanco respecto muy
específicamente del accidente -todo lo anterior y posterior está debidamente
organizado en sus delicados cerebros- favorecen a los factores de poder que
están involucrados en cada caso, el permanente esquema represivo de la
dictadura castrista en el caso de Payá y Cepero, la tradición monárquica
inglesa en el caso de Lady Di, Dodi y Henri Paul, su circunstancial chauffer.
La religión oficial de Inglaterra desde 1534 es la Anglicana,
impuesta por el rey Enrique 8vo, en represalia contra la Iglesia Católica, ante
la negativa del Papa Clemente 7º de concederle el divorcio de la primera de sus
6 esposas. Durante 478 años los monarcas ingleses han tenido como primordial
responsabilidad el resguardo de la fe anglicana y las funciones de gobierno
efectivo, que desde 1659 han estado limitadas por el creciente respeto a la
Constitución, y desde 1689 se consolida como Monarquía constitucional, que
gradualmente fue dando paso a la figura del Primer Ministro, que en la praxis
tiene más poder, aunque la Monarquía se mantiene por tradición y como estímulo
al turismo. En ese marco, disuelto el matrimonio morganático (acordado por
conveniencia) entre el príncipe heredero, Carlos, y Diana Spencer, ella mantuvo
su rango de “Princesa” y sus dos hijos, Guillermo y Enrique, su condición de
herederos al trono, por lo que no hacía gracia alguna a la familia Windsor, y
muy en especial a la Reina Isabel II, que su ex nuera anduviese emparejada con
alguien de otra religión, y si se trataba de la musulmana, mucho peor, dadas
las circunstancias de abierto enfrentamiento con occidente, de parte de una
rama extremista que reúne a millones de mahometanos agresivos e intolerantes,
dispuestos a destruir los valores occidentales, incluyendo la religión
anglicana, la monarquía tradicional y la Democracia.
Diana,
luego de divorciada, tuvo dos amantes musulmanes, un cardiólogo con residencia
en Londres, Hasnat Khan, con quien estuvo relacionada por dos años, y el
playboy egipcio Dodi Al Fayed, relación que comenzó apenas dos meses antes del
raro y fatal accidente en aquel túnel de París. La condición árabe y musulmana
de los dos amantes, forzaba el rechazo de la familia Real, y la nada remota
posibilidad de que de esa relación pudiera producirse un embarazo, y el
advenimiento de un hijo, bastardo a los ojos de la monarquía, es el factor que
más pesa en la tesis que sostiene que hubo participación maliciosa en el choque
del Mercedes Benz a 100 kmt/h contra la columna treceava del túnel bajo la
parisiense Plaza del Alma, la medianoche del 31 de agosto de 1997. Y que el
único sobreviviente, con leves heridas, durante 15 años haya mantenido en el
“olvido” lo referido a los pocos segundos previos al choque, añade más
sospechas.
En el caso
del “accidente” cubano, hay dos sobrevivientes (los dos disidentes
anticastristas fallecieron), el español Ángel Carromero manejaba el carro
alquilado, y permanece con la espada de Damocles de ser acusado y enjuiciado
por homicidio culposo (los tribunales en la Cuba castrista no se caracterizan
por su independencia del poder central, y la amenaza de enviarlo a la cárcel
por muchos años puede ser muy convincente, ante la propuesta de repetir la
versión oficial del hecho), y el sueco que iba de pasajero, Jens Aron Modig,
como el guardaespaldas de Dodi Al Fayed, perdió el archivo en su disco duro
mental, donde guardaba el recuerdo del accidente en el cual salió completamente
ileso, pero es significativo que, no siendo el chofer y manifestando absoluta
amnesia, “confirmó que fue interrogado por las autoridades durante tres días,
incluso el mismo día del accidente, antes de ser trasladado a La Habana, donde
continuó el interrogatorio por otros cinco días, esta vez en una casa aislada”:
¿Otra espada de Damocles, para reforzar la conveniente amnesia y la versión
oficial?.
En la
embajada venezolana en Nairobi, capital de Kenya, al centro-este de África,
pareciera que estaban filmando una nueva versión de “La jaula de las locas”,
pero intercalando pasajes de “Sin tetas no hay paraíso”. El embajador Carrillo
Silva fue denunciado en la Policía, por tres empleados varones que lo acusaban
de acoso sexual, y enseguida desapareció sin dar explicaciones e incumpliendo
sus funciones (entre las cuales NO está el acosar a los empleados). Enviaron a
hacerse cargo de la embajada abandonada por el acosador, a Olga Fonseca
Jiménez, quien fue estrangulada cuando apenas llevaba 15 días en funciones de
suplente. Las investigaciones policiales llevaron a la detención de Dwight
Asdrúbal Sagaray Covaul, primer Secretario, y buscan a su “amigo íntimo”,
Muhammed Ahmed Muhammed Hassan, por presunta complicidad no sólo en el crimen
de la encargada, sino en el trasfondo del asunto, la utilización de la Valija
Diplomática para trasladar Drogas desde Venezuela a Kenya y desde allí a sus
mercados de venta y consumo, en Europa. La gravedad de ambos delitos, pone en
evidencia el profundo deterioro que ha venido ocurriendo en el funcionamiento
del Servicio Exterior, deterioro que no es exclusivo del área que se ocupa de
nuestras relaciones con los países con los que tenemos vínculos comerciales y
culturales, sino que también se observa en la mayoría de las Instituciones
donde el régimen ha impuesto en cargos de importancia, a individuos que no
reúnen las condiciones de idoneidad que tales puestos exigen, desplazando a los
capaces, para substituirlos por incondicionales, lamentablemente con carencias
y vicios que los llevan a comportarse indebidamente, cuando no es que incurren
en faltas graves y hasta delitos. La cabra tira pal’monte.
Hemos
sabido por noticias de prensa escrita, radiada o televisada, de casos de
personas a cargo de funciones en la administración pública, que simultáneamente
han cometido delitos: *Un Rector universitario en cuya casa desvalijaban
vehículos robados, *empleados de la “Universidad de la Seguridad” que vendían
las municiones que debían ser usadas exclusivamente en las prácticas de tiro de
los estudiantes (deducimos que los principales clientes de ese mercado negro,
no eran las hermanitas de la caridad, sino el malandraje que con la mayor
impunidad atraca, secuestra y asesina a diario), *el gerente de una agencia de
la banca pública, que en sus ratos libres estacionaba frente a un colegio y
mostraba sus genitales a las jovencitas estudiantes, que lo denunciaron y fue
apresado infraganti por el CICPC. *Hace años, a mano armada, fue secuestrado en
alta mar un Ferry, y obligado a regresar a Puerto La Cruz a recoger a un grupo
de chavistas que habían asistido a una marcha roja en Caracas, y llegaron tarde
al embarque regular. *Otro grupo de chavistas, encabezado por un Ministro rojo,
a lo mero macho se colearon en un avión que iba de Cumaná a Maiquetía, dejando
varados a los pasajeros que habían adquirido sus pasajes a tiempo, aduciendo
que les urgía asistir a una Convención del PSUV en Caracas. *La rampa 4 del
aeropuerto de Maiquetía ha servido para la irregular entrada y salida de miles
de extranjeros, no sujetos a los controles normales, que son aplicados a los
venezolanos, con mayor celo y sadismo si se trata de viajeros opositores, con
extraña flexibilidad si son viajeros camaradas.
Las
violaciones a la Constitución, bautizada como la mejor del mundo y para la cual
garantizaban una vigencia mínima de 100 años (para enseguida intentar la
Reforma y la Enmienda), son constantes y graves. Le inventan cargos a
opositores para hacerlos culpables de los crímenes que gente del régimen ha
cometido (masacre en Av. Baralt, el asesinato del Fiscal Danilo Ánderson, la
detención ilegal de la Juez Affiuni por órden de Chávez en cadena televisiva,
por haber otorgado Libertad a Eligio Cedeño, a quien mantuvieron preso sin
hacerle cargos, por más tiempo del que la Ley permite, en situación ilegal
similar mantienen detenidos a 4 ejecutivos de Econoinvest), mientras no se
investiga ni hay culpables para los insólitos casos de las 150.000 toneladas de
alimentos importados que dejaron podrir, el control armado de las cárceles por
parte de los propios presos, los frecuentes apagones a nivel nacional, la falta
de agua potable en amplios sectores, bachilleres sin cursar Física, Matemática
y Química, 165.000 asesinados desde 1999, la complicidad de policías en
crímenes, y el evidente aumento de la participación de Venezuela en el
Narcotráfico mundial, con el capo Makled juzgado en absoluto secreto (había
declarado que tenía a generales y altos funcionarios en su Nómina), y al
general que declaró -refiriéndose a los resultados del proceso del próximo 7 de
octubre- que “las Fuerzas Armadas no aceptarán a ningún presidente que no sea
Chávez”, en lugar de destituirlo por violar la Constitución y los Derechos de
todos los venezolanos, lo felicitan y ascienden.
Los
Icebergs sólo muestran la novena parte de su volumen total, es muy probable que
las barbaridades que conocemos apenas sean la novena parte del total de
atrocidades, corruptelas, crímenes, violaciones y mariposerías que ocurren en
el país, desde que la secta militar anacrónica y entreguista nos somete bajo
amenaza armada, aliada a las peores lacras del planeta.
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